Opinión

El papel de la oposición

Ante la deriva política cesarista en la que se ha instalado Pedro Sánchez la situación invita a preguntar: ¿y, qué puede hacer la oposición para frenar o neutralizar dicha amenaza? Lo inmediato sería intentar ganarle a Sánchez en las urnas en las elecciones de junio. Aprovechando las cercanas elecciones al Parlamento Europeo, sin dejar de denunciar los dislates del Gobierno, aprovechar la campaña electoral para exponer un programa de soluciones a los problemas cotidianos de la gente. Explicar en qué puede ayudar la UE y qué se pude hacer desde España para afrontar el problema de la vivienda, inalcanzable para los jóvenes dada la precariedad de los salarios y el elevado índice de paro; las carencias en la Sanidad, que aparejan retrasos insoportables en las citas médicas; cómo afrontar el fracaso escolar; la emigración; los precios del alquiler que se tornan prohibitivos para los jóvenes, etc. Ofrecer soluciones, no quedarse en el diagnóstico de los problemas. Si de lo que se trata es de ganarle a Sánchez en las urnas ésa sí que sería una oposición políticamente rentable.

En paralelo están otras acciones de recorrido dudoso en términos prácticos. El Partido Popular, con su mayoría en el Senado, incrementará la presión sobre el presidente del Gobierno llamándole a comparecer en la comisión que se han puesto en marcha para investigar el conocido como “caso Koldo” y las presuntas conexiones con alguna de las actividades comerciales de Begoña Gómez o el nunca esclarecido asunto conocido como el “Delcigate”. Si dicha comparecencia llega a producirse, dará pie como reacción a la citación de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso para forzar el empate mediático intentado, dentro de la maraña del citado “caso Koldo”, exprimir la exégesis de una frase que aparece en las conversaciones telefónicas intervenidas a Koldo García en las que se menciona a un “”tal Alberto”. Puro artificio buscando el empate, pero que ese día tendría muy entretenidos a los medios afines al sanchismo.

Cabe preguntar si en términos políticos todo esto aportaría algún beneficio. Es dudoso porque de producirse esas comparecencias-tanto la del Senado como la del Congreso- lo único que conseguirían es mantener embarrado el escenario. El consabido “y tú ,más” que sabemos que sólo conduce a subir los grados de la crispación. Mi opinión es que sería más práctica una campaña política en positivo. Ofrecer soluciones, no quedarse en el diagnóstico de los problemas . Si de lo que se trata es de ganarle a Sánchez en las urnas, ésa sí que sería una oposición políticamente rentable. Lo otro serán fuegos artificiales cuyos efectos es sabido que apenas duran un instante.

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