Opinión

El anuncio de Rajoy

No es la primera vez, ni probablemente será la última, que un presidente del Gobierno español realiza anuncios o hace reflexiones en una cumbre europea que debiera haber puesto con antelación en conocimiento de los ciudadanos en su país, y mucho mejor si es en una institución o por medio de un mensaje oficial para que no haya lugar a dudas o malas  interpretaciones. La conversación de Mariano Rajoy con David Cameron, en la que manifestaba que “lo más probable” es que habrá que repetir las elecciones generales, ante la imposibilidad de que ningún candidato salga investido para ocupar La Moncloa, por el conjunto de vetos cruzados entre los partidos que podrían armar mayorías estables, le ha permitido conocer al ‘premier’ británico cuáles son sus previsiones e intenciones antes de que lo conocieran quienes pueden volver a ser llamados a las urnas.

Mientras el resto de los partidos nacionales se han manifestado en el sentido de que la repetición de las elecciones sería un fracaso de todos, y no haber entendido el mensaje enviado por la ciudadanía con la dispersión del voto para que se pusieran de acuerdo, desde el PP se ha hecho mucho menos hincapié en esa interpretación y se ha insistido en el mensaje del miedo, del caos si no repite en el Gobierno al frente de una gran coalición. Pero nada ha hecho para conseguirla, su documento para negociar el apoyo de los otros partidos es un conjunto de generalidades sobre los cinco grandes problemas nacionales, y ni tan siquiera se ha sentado a debatirlo con Ciudadanos. A estas alturas lo de menos son las excusas de unos y otros para no haberlo hecho.

Las palabras de Rajoy dan la razón a la oposición cuando le acusan de trabajar por la repetición de las elecciones en lugar de hacerlo por alcanzar un pacto. Y sobre todo no hará creíbles las negociaciones para buscar apoyos a su candidatura si es que alguna vez tienen lugar, porque  pesará más su apuesta por la vuelta a las urnas, de tal forma que su propuesta de gobierno de gran coalición en la que insiste –incluido el reparto de cargos con vicepresidencia para Pedro Sánchez- no deja de ser una coartada para el reparto de responsabilidades por el fiasco, y a la espera de que el largo tiempo que queda hasta ese momento permitan una mejoría sobre sus resultados pasados –a pesar de los casos de corrupción- y reducir las expectativas de sus adversarios.    

Mariano Rajoy, que ya ha anunciado que no facilitará de ningún modo un gobierno del PSOE, aboca la investidura de Pedro Sánchez al fracaso, no ha confirmado que vaya a presentar su propia candidatura a la presidencia del Gobierno, por cuanto siempre añade a su deseo de hacerlo la coletilla “si cuento con los apoyos suficientes”, y a la vista está que no dispone de ellos, con lo que sería deseable que, primero, confirmara ese aspecto, a no ser que lo quiera dejar para el último momento y constituya su primer acto de campaña electoral, lo más cerca posible de la previsible disolución de las Cortes, y que luego ofrezca algunas pistas acerca de cómo piensa afrontar los cuatro meses de interinidad, como poco,  que se abrirán a partir del próximo 5 de marzo, y como piensa llenar su agenda.

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