Opinión

¿Cómo proteger nuestros vasos sanguíneos?

 “Mantener nuestros vasos 

sanguíneos elásticos y sin depósitos 

son la mejor garantía de una 

vida saludable y duradera”.


Los vasos sanguíneos constituyen la red de transporte de nuestro organismo, si están elásticos y resistentes, la sangre fluye correctamente y pueden suministrar a los órganos el oxígeno y alimentos que necesitan; mientras que si están rígidos y frágiles a causa de depósitos (aterosclerosis), conlleva riesgos: daños a nivel renal y ocular, derrame cardiovascular, ataque al corazón.

Tipos de vasos sanguíneos: las arterias, tienen paredes gruesas y elásticas, muy resistentes a la presión, se encargan de transportar la sangre, oxígeno y nutrientes desde el corazón hasta el resto de órganos del cuerpo; las venas, tienen unas válvulas unidireccionales que impiden el retroceso de la sangre hacia los capilares, favoreciendo su correcto recorrido, su función es llevar la sangre desde órganos y tejidos hasta el corazón y desde el corazón hasta los pulmones; y los capilares, surgen como ramificaciones de las arterias que empiezan a estrecharse en cánulas, son vasos de paredes muy finas que sirven de puente entre las arterias y las venas. El recorrido de la sangre empieza en el corazón hacia las arterias, pasa por los capilares en dirección a las venas y éstas la conducen nuevamente al corazón.

Los vasos sanguíneos desempeñan un papel vital en nuestro organismo, y la dieta equilibrada y reducir el exceso de peso (las células grasas son células inflamatorias, y a través de la sangre, llegan a todos los órganos y tienen que ver en el desarrollo de tumores y en un ataque al corazón) son factores clave para mantenerlos en buen estado. Alimentación saludable: alimentos con muy bajo contenido en azúcar y en grasas saturadas de origen animal, y ricos en ácidos grasos omega-3 (protegen la pared interna de los vasos, manteniendo su elasticidad), aceite de oliva, pescados (salmón, atún, caballa…), ajo (su consumo regular durante años frena el envejecimiento de los vasos sanguíneos de manera significativa).

El tabaquismo, la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes, son la concausa de factores que favorecen la presencia de depósitos y la rigidez de los vasos sanguíneos, a lo que hay que sumar el proceso de envejecimiento con el paso de los años (se acumula colesterol, masa de trombos o de coágulos, cristales de calcio, y unos vasos sanguíneos obstruidos, dependiendo de su ubicación, pueden causar una trombosis, un ataque al corazón o un derrame cerebral), siendo aconsejable en estos casos su limpieza para evitar riesgos de un accidente cardiovascular o cerebrovascular, hay medicamentos a base de moléculas de oxígeno activo para llevar a cabo dicha función, que ayudan a recuperar su estado). 

Pautas a seguir: dejar de fumar, ejercicio físico, dieta adecuada, y terapia medicamentosa si hay hipertensión o diabetes. El ejercicio físico regular limpia el endotelio -capa interna de las paredes de los vasos linfáticos y sanguíneos- durante el entrenamiento y produce óxido nítrico en las células vasculares, que limpia los vasos, sella las tapas de los depósitos, mejora el estado de las células y es capaz de reducir los depósitos en los vasos sanguíneos. Media hora de ejercicio físico intenso al día para mantener todo el sistema vascular del cuerpo. Si los vasos sanguíneos no están en buenas condiciones, el suministro de sangre con oxígeno y alimentos a los órganos puede fallar y tener consecuencias graves para la salud, por eso debemos cuidarlos al máximo a través de dieta, ejercicio físico y estilo de vida saludable.

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