Opinión

Sagunto, Numancia, Gaza

Hispania, año 219-218 a.C.

Los que han leído la novela de Blasco Ibáñez “Sónnica, la cortesana”, recordarán que el protagonista, el griego Acteón, acude a Roma en demanda de ayuda para evitar que los cartagineses, al mando de Aníbal, conquistaran la ciudad de Sagunto y ejecutaran a todos sus habitantes, incluida su amada Sónnica. Pero el Senado romano tiene otras prioridades: la sublevación de las tribus ilirias asentadas en el valle de Neretva, y no atiende las súplicas de Acteón, que regresa y muere en su defensa inmolándose con su amada Sónnica. Al quedar traicionados sin ayuda de sus aliados, los saguntinos se suicidan en masa destruyendo previamente la fortaleza, que arde incluidas las piedras, trastocando así los deseos del general Anibal, que pretendía convertirla en su principal bastión contra los romanos 

 Hispania, año 134 a.C. 

Miguel de Cervantes escribió en 1585 una tragedia titulada “El cerco de Numancia”, recreando la historia de muerte y destrucción de la ciudad que más veces había resistido y vencido al Imperio Romano. Cervantes convierte en héroe al joven Bariato, que siendo el último numantino vivo se niega a entregar las llaves de la ciudad a Escipión; a continuación se suicida tirándose de una torre, como ya habían hecho sus conciudadanos. Los romanos se habían hecho dueños de escombros sin valor estratégico alguno. 

Palestina – Franja de Gaza, año 2024 d.Cc 

¡Venganza! ¡Ojo por ojo! ¡Mil por uno! ¡Exterminadlos como cucarachas! Gritan los hebreos ante la violencia desencadenada por los terroristas de Hamás. ¡La respuesta brutal, sanguinaria y en todo caso desproporcionada del Ejército israelí no se hace esperar. Y al margen del derecho internacional, vulnerando todas las leyes, su moderna y letal maquinaria de guerra descargó su ira y arrasó a todas las ciudades y pueblos de la Franja, asesinando a sus habitantes, incluidas, mujeres, niños, enfermos, viejos… los soldados fanatizados por la estructura sionista tienen asumido que todos los gazatís deben ser condenados a muerte por su pertenencia a la organización terrorista de Hamás. Incluso los bebés deben ser eliminados, ya que de no ser así serían futuros terroristas. Sin niños, los palestinos no tienen futuro e Israel será libre y alcanzará el territorio prometido por Yahvé a Abrahán: “Vete de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré y haré ti una nación grande”. ¿Es Netanyahu el Mesías que espera el pueblo hebreo?

Sagunto y Numancia fueron abandonadas y traicionadas por sus aliados. Hoy las naciones islámicas de cualquier signo: repúblicas, monarquías, teocracias, dictaduras… muestran su sumisión a la violencia y fuerza del Estado hebreo, evitando su implicación directa en el conflicto, temerosos de la reacción de EEUU. La UE, incapaz de adoptar una postura unitaria. La ONU es un organismo ineficaz y desacreditado. Solo Sudáfrica ha tenido el coraje de denunciar ante los tribunales internacionales el genocidio de los palestinos de la Franja. Es de destacar la dignidad de los gobiernos de España e Irlanda que reclaman un alto el fuego humanitario y piden a la UE que mantenga su apoyo a la UNRWA (vital para la subsistencia de dos millones de personas amenazadas por el hambre, la guerra, la enfermedad…); ambos gobiernos promueven como solución al conflicto la creación de los dos estados (Israel y Palestina). Esperemos que Biden, en un gesto de lucidez, obligue al carnicero sionista a cesar en la matanza de inocentes y forzar un acuerdo con sus vecinos musulmanes. Isaac Rabín lo hizo.

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