Occidente miró para otro lado salvo en Libia durante las "primaveras árabes". El resultado lo estamos viviendo, con problemas sin solucionar en Libia, guerras en Siria, Malí, Nigeria, Somalia, República Centroafricana… por razones étnicas, religiosas, de materias primas, y problemas "internos". Lo único "recuperado", el alfil egipcio.
Siria se ha complicado desde enero, cuando cruzó las fronteras de Iraq el ejército de ideología suní para crear el estado ISIS-ISIL (Estado Islámico de Iraq y Siria - Estado Islámico de Iraq y el Levante), ocupando ciudades hasta las puertas de Bagdad. Controla Baiji, la mayor refinería de petróleo, y paraliza los negocios en las regiones invadidas. El gobierno iraquí ha pedido a Washington que lance ataques aéreos, y se insinuó una cooperación hasta hace poco impensable Irán-EEUU. Los chiíes no están dispuestos a dejarse invadir, y los americanos quieren cambios en el gobierno iraquí. Obama ha dicho: "Les dimos la oportunidad de tener una democracia, de unir las líneas sectarias. No podemos desplegar miles de soldados si el pueblo no quiere resolver el problema". Cerca, las bombas de Pakistán, Afganistán y Kurdistán.
En Europa, Rusia ha solucionado la salida al mar por Crimea y cerrado el frente oriental con el pacto con China. Continúa el conflicto bélico de Ucrania, y sin gas (cortado por Rusia), las reservas le permitirán mantenerse hasta diciembre. La lucha no deja de ser menos cruenta que la de Siria, y sobre Europa se cierne cómo mínimo la amenaza del corte del gas ruso. Tras hablar con Putin, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha anunciado que decretará un alto el fuego unilateral de una semana para las regiones surorientales, "el plan de paz comenzará con mi orden de alto el fuego unilateral", aunque el secretario general de la OTAN dijo: "Puedo confirmar que estamos observando un nuevo incremento de las fuerzas militares rusas en la frontera con Ucrania". Las acciones continúan, la UE sigue sin tomar decisiones más allá de las verbales. Esperemos que no se repita la historia, o que la noticia expandida por Internet del "putsch" y del "acontecimiento global" después del verano sean falsas y que hayamos aprendido de la historia.
