Opinión

El examen de marras

Tantos años y me doy de bruces con él en el Paseo. Te hablo de Alfredo Relaño, director del AS. Estudiamos juntos en aquella pintoresca Escuela de Periodismo, allá en la calle Capitán Haya, al lado del Santiago Bernabéu. Por allí andaba, muy pizpireta, Maribel Outeiriño. Estaba también Luis Otero, de las tierras de A Limia, después director de Interviú.

El examen de ingreso era complicado; después se llevaba bien la carrera. Le digo a Alfredo: “Quizá no aprendimos mucho allí”. Él sonríe: “Bueno, pero sirvió para conocernos”. Me cuenta una anécdota que ya había olvidado: “Fuiste y le espetaste al profesor de Historia de España: ‘Mire, la historia la escriben los vencedores y no tiene mucho sentido este examen’; te puso un cero como la catedral de la Almudena”. Cómo nos reímos.

Caminamos juntos. De pronto, se detiene y me dice: “Lo que no me explico es cómo aprobaste aquella asignatura tan puñetera. Hasta a mí, que estudiaba más que tú, me suspendieron”. No pude contestarle. Tenía que irse al homenaje de aquel Ourense de los 30 partidos ganados.
Bueno, Alfredo, te cuento las claves de aquel aprobado en este artículo. Recordarás aquel bedel de la Escuela, andaluz, bebedor y con la cartera llena de fotos del general victorioso. Su mujer llevaba el bar. Yo era un buen cliente e hice amistad con él. A veces le regalaba una botella de licor café que él me agradecía tal si fuese oro.

Lo cierto es que la víspera de ese examen lo llevé al pub de enfrente. Allí preparaban el mejor café irlandés de Madrid. “Venga Antonio, un día es un día”. Ambos engullimos los café con whisky sin interrupción. Te juro, Alfredo, que fue así. Se hizo de noche. Salimos dando bandazos. No tuve que insistirle mucho. Él tenía todas las llaves y abrió el portalón de la Escuela.

Aún lo escucho con su gracejo andaluz canturrear por Antonio Molina: ‘Soy minero’. Ya dentro, recorrimos las oficinas de los profesores. Él se reía festivo: “Tanto papel ni tanta ostia, dónde cojones está tu jodido examen, gallego”. Enseguida dimos con lo que buscábamos. De inmediato, tomé nota de las preguntas del examen de marras. Al día siguiente, solidario, le di las preguntas que iban a caer a dos o tres amigos golfos.

(Relaño, dirige AS. Al punto me dice, como si pecase: “Bueno, he estado bastantes años de delegado de El País en Andalucía”. De pronto, se acerca alguien: “Le felicito por sus ‘Crónicas en blanco y negro’ de los lunes en El País. Me emocionan”. Es cierto, está haciendo periodismo con duende. Heroicas historias del fútbol de otros tiempos. Te invito a leerlas.)

Te puede interesar