Opinión

Cuando nada importa

Itxu y Quero.
photo_camera Itxu y Quero.

Querido compadre Itxu:

Cómo lamento imaginarte postrado. ¡Con lo que tú has sido! ¿Cuánto llevas encerrado en casa? ¿Tres días? ¿Cuatro? Me preocupa mucho lo que me dices porque, ahora que parecía que los bares se estaban recuperando de la crisis, una ausencia prologada por tu parte puede ser la puntilla para ellos. Me siento obligado a hacer algo, así que voy a intentar doblar mi presencia en estos establecimientos en los próximos días, o semanas, intentando suplir tu falta y en cumplimiento de mi estricto sentido del deber ciudadano para con la economía de este país. Eso sí, dado que lo hago en tu representación apuntaré mis consumiciones en tu cuenta para que cuando estés recuperado pases a pagar lo que se deba.

En otro orden de cosas, me alegra que los gallegos estrenéis presidente, y más aún siendo un Rueda, que siempre me ha parecido un blanco estupendo. Y no me refiero a que sea blanco de críticas, que lo será sin esperar los recurrentes 100 días de confianza porque es del PP y los políticos de este partido tienen vetada esa prebenda.

Por lo demás, en Madrid la cosa está tranquila. Será porque hoy es San Isidro, nuestro patrón. El pasado jueves fue el pregón de las fiestas, dado por Antonio Resines, con el que coincidí, momentos antes de ofrecer su proclama, comiendo en Lucio, supongo que como parte del tratamiento médico prescrito para alcanzar su recuperación plena después de haberlas pasado canutas. Estaba espléndido y bien acompañado por el alcalde Almeida y el presidente del Atlético Enrique Cerezo. Con este último me crucé de camino al aseo y al llegar a su altura me giré de espaldas para no hacerle el pasillo. A Resines lo encontré bien. A Almeida me costó un poco más encontrarlo porque ya sabes que es bajito. Por cierto, la cuenta de ese día de Lucio la dejé a tu nombre también.

Querido compadrito, me causa cierta zozobra leer tu carta y descubrir en ella tal confusión sobre los temas de actualidad de esta semana. Si no fuese porque me aseguras que permaneces enfermo en cama, y en un estado aún más lamentable de lo habitual, pensaría que en realidad lo que tienes es resaca. Intentaré resumirte lo más importante de lo acontecido en estos días de la forma más clara posible, en especial el asunto del límite de velocidad en autovía y el de la edad de jubilación. Es muy sencillo, en la carretera nos van a prohibir correr y en la vida laboral nos van a prohibir parar. Lo que no acabo de entender muy bien cuando hablas de baja forzosa es si te refieres a lo de la baja por regla dolorosa o a la baja forzosa de la directora del CNI a la que han aplicado una nueva regla dolorosa: despedirte por hacer tu trabajo. Poco te voy a poder aclarar sobre este último asunto porque sospecho que el cese de la jefa de Inteligencia se debió a un lamentable error. Cuando los independentistas catalanes, molestos por haber sido investigados mientras intentaban perpetrar un golpe de Estado, reclamaron al Gobierno que asumiera sus culpas, en Moncloa alguien debió de dar la orden de dejar la culpa en paz. Y así se hizo. Han dejado la culpa en Paz… Esteban, directora del CNI, institución que debería cambiar el significado de sus siglas por otro más adecuado como Concesiones Nacionales a Independentistas. Aunque, ya puestos, podría buscarse un acrónimo que resumiera mejor aún cómo funciona la conciencia y el sentido de Estado de Pedro Sánchez con las mismas letras, CNI, Cuando Nada Importa. Pedir a Sánchez que entienda cómo funciona la Inteligencia es como intentar enseñar a un esquimal a plantar girasoles. Al fin y al cabo, Pedro El Guapo solo es el hombre que preside el Gobierno que dirigen Esquerra y Bildu.

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