Opinión

El nuevo ahorrador (parte II)


Como ya comentaba hace unas semanas, salir a bolsa es una estrategia de crecimiento que muchas empresas se plantean en un momento dado. Esta decisión es trascendental ya que afecta a su propia organización y hasta a su forma de operar, suponiendo un esfuerzo transformacional que requiere maduración y mucha preparación.

Cuando una empresa quiere salir a bolsa necesita de un capital, es en este punto cuando muchas sociedades ven la ronda de financiación como el salvavidas perfecto para salir a flote y alcanzar los objetivos marcados. Según la web Businessinfact, este proceso consiste en que la empresa consiga dinero a través de los inversores, esto significa que entrarán nuevos socios que adquirirán una parte del capital social de la compañía y por tanto, pasarán a tener el control de una parte de esta. A cambio de esta financiación, los inversores tienen como objetivo que la compañía crezca y tenga éxito para poder recuperar parte del capital invertido. 

Hace años era impensable estas formas de financiación alternativas que se han ido forjando, la única solución que había era presentarse en el banco y pedir un préstamo. Hoy en día se han ido popularizando nuevas fuentes de financiación que se encuentran a disposición de las pequeñas y las medianas empresas y que permiten a pequeños inversores participar en el proyecto, ahora cualquier persona es apta para invertir su capital en empresas que se enfrentan a una ronda de financiación. Este cambio es debido a la evolución que han tenido las empresas que cada vez son más cercanas al usuario, aumentando así la confianza que las personas depositan en sus servicios y por tanto, invertir en ellas no suena arriesgado.

Los pequeños inversores son clave para una empresa en una salida a bolsa. Se trata de personas con capacidad económica para apostar individualmente por el proyecto, aportando no solo valor financiero, sino también conocimientos en un determinado sector o contactos. También existen modelos intermedios como puede ser la financiación colectiva o crowdfunding, una plataforma en donde muchos pequeños inversores reúnen sus aportaciones para ofrecerlas conjuntamente a la empresa bajo unas mismas condiciones para todos los que decidan participar en este tipo de inversión colectiva.

Emprendedores e inversores pasan a tener un objetivo común: el crecimiento de la entidad. Estos pequeños inversores, gracias al capital aportado, conseguirán una inversión que le aporte rentabilidad a su dinero, mantendrán su imagen o posición como inversor en una determinada industria junto a un aumento del conocimiento sobre innovación y avances en un ámbito o mercado estratégico para sus intereses. 

El azar no funciona cuando hablamos de una ronda de financiación. Los inversores no llegan de la nada y es por eso por lo que hay que ir en busca de ellos. Antes de realizar una ronda de financiación es fundamental contar con un proyecto sólido y trabajado. Las ideas necesitan demostrar, mediante números, que el proyecto es viable y que merece la pena invertir en él. La ronda de inversión seleccionada dependerá también de la fase de crecimiento en la que se encuentre la empresa. Y, gracias a ella la compañía conseguirá una cantidad de dinero para poder impulsar su negocio y un crecimiento mucho más rápido que si únicamente se financiase con los resultados de su negocio. 

La clave para tener el éxito asegurado se fundamenta en la credibilidad en la configuración legal del proyecto, en la capacidad empresarial del equipo promotor y en el compromiso propio. Es totalmente necesario mostrar con toda transparencia los gastos que se van a ir dando en la empresa y los beneficios que se esperan.

En el momento en el que se decide abrir una ronda de financiación es primordial contar con un buen equipo, no precipitarse, ya que un modelo de negocio y un plan de acción con objetivos poco claros no conseguirán llamar la atención de los inversores y por tanto no invertirán en él. Presupuestar bien también es fundamental, comprender y anticipar los costes que puede tener la empresa, ya que esto ayudará al crecimiento de la misma. Una cosa hay que tener clara, el emprendimiento en tiempos de crisis pasa a convertirse en una oportunidad.

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