Opinión

Europa disciplinará al nuevo Gobierno

El corsé fiscal que la Unión Europea (UE) le impondrá a España para corregir su déficit y su deuda no afloró ni en los debates a dos ni a tres ni a siete. Pero sí se debatirá pronto en el Consejo de Ministros, esté presidido por Pedro Sánchez, como hasta ahora, o por Alberto Núñez Feijóo, si hay relevo en la Moncloa, como aventuraron casi todas las encuestas. Antes de que termine este año tendrá que cerrarse un pacto a ese respecto con Bruselas.

Entre tanto, el Consejo Europeo –bajo presidencia española este semestre– afronta otras importantes reformas. De hecho, la celebración de elecciones al Parlamento Europeo en 2024 y la necesidad de aprobar ciertas propuestas antes de esos comicios han generado altas expectativas para este mandato.

El presidente Sánchez ha definido cuatro grandes ejes en los que España centra su presidencia: la reindustrialización de la UE para evitar la dependencia de terceros países en sectores clave, la promoción de relaciones comerciales con América Latina, avanzar en la transición ecológica y la consolidación del llamado pilar social, que busca una mayor justicia social y económica. También se enfoca en profundizar el mercado interior, culminar la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales. Una agenda, por tanto, ambiciosa.

Los candidatos en estas elecciones han eludido la revisión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero tanto expertos como académicos y empresarios la consideran una prioridad. Encuestados por PwC consideran, por ejemplo, que esa revisión del pacto de estabilidad es crucial y deberá acercar posturas en las políticas fiscales entre los planteamientos de Berlín, más rígidos, y la petición de flexibilidad de París y Roma. Además, es probable que haya una reducción del gasto público por debajo de la ratio de crecimiento y que se establezcan sanciones para los países que se desvíen de los acuerdos. 

La digitalización y ciberseguridad serán otras áreas de interés para el nuevo Gobierno. La digitalización de la economía es un asunto relevante, especialmente en cuanto a la ciberseguridad y la transformación online de las administraciones públicas y las pymes. Las organizaciones empresariales reclaman una mayor eficiencia digital en la Administración, mientras que la falta de digitalización en las pymes se identifica como una causa de la falta de competitividad de la economía española.

A pesar de estos problemas de fondo y la incertidumbre global, los expertos consideran que España tiene una situación económica positiva, con previsiones de crecimiento en torno al 2% para 2023. Más allá de este año es difícil leer, aunque hay quien espera que la economía se mantenga o mejore para junio de 2024. Todo va a depender del ajuste fiscal, así como de la evolución de los tipos de interés y del auge turístico, un sector diferencial y determinante para la bonanza económica y laboral de España.

Esade prevé un crecimiento de España entre el 1,9% y el 2,1% para 2023, una estimación similar a la del Gobierno y el Banco de España. La inversión será uno de los principales impulsores, aunque se espera una desaceleración en el sector residencial debido al aumento en los costes financieros. La inversión estará respaldada por los fondos europeos y las exportaciones podrían mantenerse, tras su papel clave en el crecimiento del PIB durante los últimos cinco trimestres. 

@J_L_Gomez

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