Opinión

Cambio para peor

Hace unos días pasó por Ourense el teórico presidente de la Xunta para reírse nuevamente de la provincia. Estuvo en Ourense para contarnos un mal chiste, un nefasto ejemplo de humor negro (por supuesto sin la clase del ‘The ladykillers’ de Alexander MacKendrick) que sin duda merecería un ‘cum laude’ en el doctorado del disparate que practica habitualmente. Porque estuvo, rodeado de 300 fieles, en el acto central de la campaña socialista ‘Tres anos cambiando Galicia’ para proclamar, atención, que Ourense es la mejor expresión de ese cambio. ¡Menudo rostro! Un presidente que olvida que no ha cumplido uno solo de sus compromisos con la ciudad y con la provincia en tres años. Un presidente que sabe perfectamente que nada ha podido inagurar en Ourense que no hubiera sido puesto en marcha o proyectado por los gobiernos populares de toda índole. Un presidente que tampoco ignora que el cacareado adelanto electoral cuyo runrún patéticamente dejó alimentar este verano, de materializarse, nos abocaría en estos momentos a la campaña correspondiente sin que fuera capaz, en este trienio negro, de presentar algo positivo por y para Ourense.


Comenzó paralizando cientos de proyectos en materia de medio ambiente y de infraestructuras rurales en la práctica totalidad de los ayuntamientos de la provincia. Continuó consintiendo, no le cabe otro com portamiento, que la parte nacionalista del Gobierno que dirige en precario acordara iniciar un expediente para la declaración como BIC de As Burgas y de su entorno, por cierto todavía no resuelto, y que supuso la paralización de inversiones millonarias, junto con el frenazo a la puesta en valor de nuestro termalismo y la pérdida de cientos de puestos de trabajo. Otra de sus estelares actuaciones contra Ourense ha sido el permitir, sin mover un dedo y dando órdenes a sus militantes y cargos de callar la boca, que el trazado de la futura A-76 no sea el que vertebraría a nuestra provincia, condenando al aislamiento a las ourensanas y ourensanos que residen en los diecisiete ayuntamientos por los que discurriría ‘nuestro’ trazado (más económico, de menor longitud y más ‘dulce’ medioambientalmente). Pérez Touriño viene a Ourense al cine y también a la colocación de piedras virtuales como las del Centro de Interpretación dos Parques Naturais de Galicia, cuyo proyecto presentó su gobierno en 2006, 2007 y 2008 ¿ustedes lo han visitado? Tampoco verían ustedes nada del nuevo edificio judicial (pedantemente llamado ‘Ciudad judicial’) ni de los centros de salud en O Couto y O 21. ¿Circulan ya ustedes por la Autovía Ourense-Lugo? ¿Se ha remodelado la Plaza de Abastos? ¿Qué hay de la circunvalación Norte? El comportamiento de Touriño con Ourense ha sido com pletamente negativo. No consta, en el diario de sesiones del Pleno del Parlamento iniciativa específica alguna socialista a favor de la provincia. Sí queda acreditada la negativa de los diputados de su grupo a todas las presentadas y defendidas por los parlamentarios populares. Desde la puesta en marcha del circuito de velocidad y laboratorio de ensayos ciudad del motor de Verín hasta la dotación y funcionamiento de la demandada unidad de hemodinámica. Siempre votando en contra, y varias veces, como hicieron con el inicio de actividad del Instituto Termal de Galicia en O Carballiño o, esta misma semana de nuevo, evitando que Ourense cuente con un juzgado específico de violencia de género.


Por eso entiendan la indignación al escuchar que Ourense es la mejor expresión del cambio en Galicia. Sólo cabe entender este mensaje si nos fijamos en la fría y cruda realidad. Como aseveró Bertolt Brecht, las revoluciones se producen en los callejones sin salida. Un escenario ourensano con más parados, mayor encarecimiento de la vivienda, cero metros cuadrados creados de suelo industrial y masivo éxodo de gente joven buscando oportunidades fuera de los límites provinciales. Es la carta de servicios prestados que Touriño puede presentar ante las ourensanas y ourensanos. Estos tres años claro que se registró un cambio en Ourense: un cambio para peor.


(*) Diputado del PP en el Parlamento gallego

Te puede interesar