Opinión

Encontro cívico

Vecinos y comerciantes de la rúa de la Paz -antiguamente conocida como “dos Zapateiros”, siguiendo la costumbre de bautizar las calles adyacentes a nuestra catedral con el nombre de oficios- han llevado a cabo por segundo año consecutivo una interesante propuesta que denominaron “Encontro cívico”.

Con la misma, al propio tiempo que se tributa un reconocimiento a insignes figuras de la Xeración Nós, como Vicente Risco u Otero Pedrayo, ambos nacidos en dicha calle, se pone en valor esta singular travesía tan vinculada a la historia de la ciudad.

Está bien eso de promover “encontros cívicos”, porque hoy en día una cosa que se echa en falta en la sociedad moderna es precisamente ese tipo de relaciones sociales, de espacios de convivencia compartidos por los propios ciudadanos. Lo que, por otro lado, implica la práctica de ese ejercicio social llamado “civismo” que es una derivación de la propia civilidad que, en palabras de sociólogo francés Norbert Elias, “con el término civilización trata la sociedad de caracteriza aquello que expresa su peculiaridad y de lo que se siente orgullosa: el grado alcanzado por su técnica, sus modales, el desarrollo de sus conocimientos científicos, su concepción de mundo…”

Qué mejor excusa que poner en valor algo, realzar su importancia implicando a vecinos como miembros de ese tejido social. La clave es la convivencia cívica y por eso, acciones como la descrita, sirven como ejemplo, al margen de la motivación que impulsen las mismas. La cuestión es compartir algo en común, como puede ser una manifestación cultural o artística, un sencillo ágape… La participación social precisa de este tipo de mecanismos para su desarrollo. Eso es practicar civilidad.

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