Opinión

Podemos, o nos pueden

Cuando un ex ministro mediocre, como Wert, casado en segundas náuseas con su secretaria –de Estado-, es nombrado embajador de España ante la OCDE para que pueda vivir en París una encelada luna de miel junto a su churri. Nos pueden.
Cuando quien lo nombra -por los desquicios prestados-, dice por activa y por saliva que hay que creer en las instituciones democráticas, en la buena fe de su partido y en la transparencia de su gobierno. Nos pueden.
Cuando siguen con la práctica de convertir las instituciones públicas en morideros de elefantes blancos, a donde van a parar los que ni siquiera tienen cabida en las buitreras giratorias. Nos pueden.


Cuando disfrazados de Syrizas, Iglesias y Varoufrikis, se despojan de la corbata, pero no de la malicia; y nos atiborran de eslogans, vaciedades y frases hechas. Nos pueden.
Cuando roban en Vilanova dos Infantes “A Virxen do Cristal”, matan al cura que la custodia, degüellan a lo yihad a una mujer en Ourense, desaparece Denise la peregrina americana, se alarma “The New York Times”, “The Irish Times”, “Usa Today” y hasta el propio senador McCain quiere enviar el FBI para que investigue, y mientras tanto el ministro español de Interior, además de perder el tiempo consolando a Rato en su despacho, está dichoso porque al amparo de la Ley Mordaza le pueden caer 600 pavos a un isleño flauta que llamó “escaqueados” a los quebrantahuesos de la poli. Nos pueden. 


Cuando los que necesitan recurrir a los cajeros automáticos, que justo son los que van más justitos, ven como los sangran a comisiones los mismos sangradores que han ganado un potosí % más, y que en algunos casos tuvieron que recibir sangrantes transfusiones mil millonarias sangrándonos a todos. Nos pueden… Por cierto: “No uses el cajero. Entra en tu banco y haz que mueva el culo el personal. Pásalo”. ¿Por qué no retuiteáis este mensaje? Cuando vean atestadas sus sucursales, los bancos nos pagarán porque les sigamos haciendo su trabajo. ¿Qué apostamos?


Por eso a mí me jode que en la última encuesta del CIS baje Podemos. No porque no gobierne, ojo, que para eso debería chupar aún más banquillo. Y bastante más entreno. Sino porque son necesarios en las gradas, alborotando, silbando, mentándoles la madre a esos del equipo azul y del equipo rojo que no hacen más que pasarse la pelota, reírse de nosotros y perder tiempo en un enfrentamiento que lleva oliendo a tongo desde que Franco nos obligaba a ir al estadio.

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