Opinión

Un gran reto por delante

Cuando el mundo está patas arriba y Galicia hecha unos zorros, resulta que unas cuantas decenas de expertos se ponen a reflexionar y concluyen que es posible, aquí, crear entre sesenta ó setenta mil puestos de trabajo. ¡Cáspitas!, que se decía en las andanzas de Zipi y Zape hace muchos años. No es de hoy para mañana, no, si bien la cifra es de aúpa, porque detrás de los puestos trabajo está un importante negocio.

La cosa gira en torno al sector forestal, pero empecemos por el principio. En la última reunión anual que cada 26 de diciembre celebran becarios y exbecarios de la Fundación Barrié, convocados por la Asociación que les agrupa y preside González Laxe, el presidente de la Xunta planteó el reto de reflexionar sobre una salida para el sector forestal gallego. Como el colectivo lo forma gente despierta, con muchos de los cerebros mejor amueblados que tenemos, Laxe, sin hacer promesas, tomó nota en sus papeles, dando a entender que recogía el guante.

Evidentemente, se trataba de una buena oportunidad de hacer algo por Galicia y, de paso, demostrar de lo qué son capaces los becarios de la Fundación Barrié -de hoy y ayer, entre los que está el propio expresidente de la Xunta-.

El resultado cristalizó en una jornada monográfica sobre la maeria, celebrada el pasado sábado en A Coruña. Después de las aportaciones realizadas, queda la elaboración de las conclusiones para ser remitidas luego al titular del Gobierno gallego, que fue quien lanzó el órdago.

Entre ellas, las ya citadas posibilidades en el ámbito laboral o en el volumen de negocio. Pero antes hace falta consenso y acción decidida, cuestiones ambas a las que los gallegos somos remisos cuando por el medio están las propiedades particulares y el minifundio que las caracteriza. La Xunta habrá de emplearse a fondo para articular una legislación adecuada que salve los problemas existentes y logre el marco que permita un salto en el desarrollo maderero, en el que Galicia es potencia mundial. Para ello no hace falta el BCE, ni Merkel ni la CE. Dependemos de nosotros mismos.Es otro reto.

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