Dos investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han creado un modelo basado en las búsquedas en Google que supuestamente puede explicar y predecir la intención de voto en las elecciones españolas.
Quizás podrían elaborar otro modelo econométrico de internet para descubrir y prevenir todas las formas de violencia con las que muchas personas amenazan a otras desde las redes sociales como Twiter y Facebook.
Así descubriríamos científicamente que un enorme número de ciudadanos expresa rabia y odio en 140 caracteres, y si sería capaz de plasmarlo exterminando a sus odiados.
Véanse muchos tuits de quienes son cercanos a Podemos o a Izquierda Unida –como el selfi de uno de sus concejales amenazando con una pistola-- y se encontrarán miles de personajes que expresan esa violencia, trastorno moral que durante muchos años sólo se atribuía a la ultraderecha.
Esos mensajes de odio y venganza contra personas desconocidas, simplemente de otras ideologías, parecen encontrar su paradigma en Anchuelo, un pueblo de un millar de habitantes a sólo 34 kilómetros de Paracuellos, el de los enterramientos de entre 5.000 y 8.000 “fascistas” fusilados en 1936.
El círculo local de Podemos redacta mensajes que el pequeño Pablo Iglesias quiere censurar, pero que, como Google, adelanta resultados.
Que reflejan el verdadero pensamiento de los fundadores, aliados de los antisistema violentos y ultraizquierdistas que iniciaron ese movimiento radical, aunque lo disimulen ahora en las televisiones.
“Vamos a por vosotros”, “Que 2015 nos traiga la revolución que este pueblo anhela, y que los peperos corruptos, neoliberales y ultracatólicos PAGUEN por tanto DOLOR!”, dice Anchuelo.
En otro acusaba a “la brutal represión policial hacia la inmigración subsahariana” de la muerte de un policía arrojado a un tren por un peligroso delincuente costamarfileño.
