Opinión

Tierra a la vista

Rodrigo de Triana, alias Albert Rivera, le anunció “Tierra a la vista” a Mariano Rajoy, que vestía de Cristóbal Colón, pues la casa natal del Almirante, según numerosos historiadores gallegos, está en Poio, al lado de la vivienda pontevedresa del primer ministro en funciones. Galleguidad colombina que da un motivo más a los independentistas catalanes para exigir la separación de quienes les roban el nacimiento de ese personaje.

Rivera es catalán pero no lleva por ahí sus ambiciones históricas: cree que representa la socialdemocracia mediadora entre los socialdemócratas del centroizquierda, el PSOE, y los socialdemócratas del centroderecha, el PP. Ahora se expone caerse al mar desde la cofa, porque tras pactar con los de izquierda y no querer hacerlo con los de derecha, de caer ahora, será del lado de Rajoy, que lo atará a un cabo para rescatarlo.

Quien nunca se sabe si va o viene, que es el enigmático Rajoy, ha reconocido que formará gobierno tras su encuentro este miércoles con Rivera: “Hemos dado el primer paso de una larga caminata”, dijo.

Tras el grito de Rodrigo de Triana, también catalán según los independentistas, Colón creyó que estaba ante Las Indias, aquellos ignotos productores de especias de La China, Japón y otras ínsulas, que resultaron lo que llamamos América.

Rivera sólo promete abstenerse en segunda votación de la investidura para que logre volver a ser primer ministro este Colón compostelano-pontevedrés, lo que permite suponer que cree que el PSOE también se abstendrá.

Pero Colón-Rajoy no va a llegar a Las Indias, sino a unos territorios que inicialmente le ofrecen poco de lo que esperaba, y al que sólo un milagro le evitará ser débil y efímero: el de meter en su gobierno a Ciudadanos, tras esa larga caminata.

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