Opinión

Riqueza ourensana

Hay empresas en Ourense, que a pesar de los pesares, siguen en estado de crecimiento creando puestos de trabajo, exportando, exponiéndose y sacando riqueza de la tierra. Ourense se mueve para bien, al menos en unos aspectos punteros para la economía, como es el termalismo sobre el que se han celebrado estos días varias reuniones para avanzar en el tema. La última tuvo lugar el pasado domingo 22, Día Mundial del Agua. En ella, el Consello Termal Ourensán presentó  varias iniciativas entre las que destacan una planificación termal, infraestructuras, productos, conocimiento y promoción de la hidrología médica. El acto se llevó a cabo en el Balneario de Baños de Molgas con la asistencia del presidente de la Diputación, José Manuel Baltar. Por otro lado la empresa Corén, en colaboración con la Xunta, invertirá 24 millones de euros para promover la investigación en el sector cárnico. Algo importante, ya que el mundo de la investigación es vital para el desarrollo de cualquier país. Aquí cabe destacar de manera especial a la conocida empresa ourensana Aceites Abril, productora de una marca clásica a la hora de elegir un producto de calidad garantizada. Precisamente días atrás, también se presentaba una interesante edición sobre el aceite de esta empresa y los olivares de Galicia con unas bellas fotografías de Xurxo Lobato y con textos de Omayra Lista y el propio Lobato. José Manuel Pérez Canal, responsable de la firma Aceites Abril, hizo la presentación del libro en el que se propone la recuperación del olivar gallego, iniciativa más que importante, habiendo sido Galicia tierra fértil de este fruto y siendo preciso volver a recoger la riqueza que brinda el propio hábitat. Recordar que Vigo es la ciudad de la Oliva y que en el mismo Santiago todavía existe la calle de la Oliveira. Para comprobar lo bien que se da este árbol en Ourense, tenemos muchos sitios hacia donde mirar, aunque el más evidente puede ser el pequeño olivo que crece airoso y ornamental en la plaza sita junto a la subdelegación del Gobierno. Allí está él, galano, solitario, pero firme, sin más coste ni base para su subsistencia que un puñado de tierra. En su día hubo comentarios sobre el hecho de que no duraría mucho, pero su alegre presencia sigue proporcionando la visión de su fuerza natural incluso en el centro de un paisaje puramente urbanita.

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