Opinión

La lista de Auria

Mientras en China, según su calendario, ya van por el año 4721, simbolizado por el animal y el elemento correspondientes de su horóscopo (siendo el del conejo de agua); en España, este 2023 abarcará un ciclo electoral intenso, al coincidir las elecciones municipales o locales y varias autonómicas -todas ellas, el próximo 28 de mayo-, como mínimo, con las generales, que deberían celebrarse no más allá del 10 de diciembre. 

De hecho, simpatizantes de la astrología oriental auguran que el 2023 traerá sensibilidad y buena suerte; lo segundo, por razón del mito que identifica la pata de conejo con un amuleto; creencia antigua, de origen posiblemente celta, vinculada -según se piensa- con sus madrigueras que, al estar situadas en el subsuelo, haría susceptibles a estos lepóridos de entrar en contacto con las deidades del inframundo.

Pero la fortuna asociada a los conejos vendría debida, más bien, a su proverbial capacidad reproductiva y a la fertilidad que representan. Asunto que no es baladí -en contra de lo que pudiera parecer-, según demostró en el siglo XII Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci. El matemático italiano, fascinado en su niñez por el apareamiento de estos animales, descubrió que encerraba la sucesión llamada en su honor “secuencia Fibonacci”.

Es una lista que empieza por 0-1 y sigue con la suma de los dos dígitos previos hasta el infinito (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34…). Cada uno dividido por el inmediato anterior da una cantidad próxima a 1.61803, el “número áureo”, origen de la espiral de oro y de la proporción áurea, presentes en la naturaleza y el arte; también en la base de la “metodología Scrum”, proceso informático trasladado a otros sectores, como los equipos de liderazgo.

Un equipo de liderazgo es el que dirige una organización asumiendo varias funciones y cuyos miembros se comprometen a cooperar y a hacerse mutuamente responsables, para articular planes ambiciosos. Sus fines son trabajar de modo colaborativo y fomentar la labor de grupo, logrando así óptimos resultados en proyectos concretos. Un líder inteligente conoce sus límites y sabe delegar, consciente de que es imposible cumplir objetivos sin el mejor equipo detrás.

Ante la ambiciosa meta de dirigir con eficiencia la gestión municipal, cabe recordar que ésta ha sufrido una fuerte evolución en estos últimos años, impulsada por complejas normativas -varias procedentes de la Unión Europea- como la ley de contratos del sector público (de finales de 2017), la ley de protección de datos personales (de finales de 2018), la administración electrónica o la contabilidad analítica, por citar algunos ejemplos.

Dirigir la labor del personal municipal exige, al menos, comprender el marco en que se desenvuelve. Esos y otros cambios legislativos, con los desafíos que llevan aparejados -varios pendientes-, imposibilitan afrontar con solvencia el complejo diseño de la política local actual sin el concurso de un equipo de liderazgo que reúna el conjunto competencias y destrezas requerido. Que el líder solo no puede es evidente.

A poco más de dos semanas de la convocatoria de elecciones, alcanzar el Olimpo o acabar en contacto con las deidades del inframundo puede depender de la habilidad del candidato que presente el mejor equipo. Mientras algunos han desvelado ya sus cartas, otros apenas dan pistas al respecto; aunque, tarde o temprano, se sabrá si contaremos con la lista áurea que Auria merece. Sensibilidad y buena suerte para el 2023.

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