Opinión

Percepciones

¿Industria?


En una visita de grupo llegamos a una parcela del parque. Nos recibió Cesar Alberte, director, y Bruno Portollano (ex jugador de tenis de Bamio, zurdo que le pegaba a la bola con técnica depurada, y que se fue a su país francés pero ya volvió a llamada del anterior citado). Después, nos sentamos en torno a una mesa con café con leche y bollería. El protagonista de la reunión, el sol, la mirada tranquila que decía Nietzche, con su luz, su color, alumbrando el discurso. Huertas (fotovoltaicas), cimas y valles por donde pasa el fotón que rebota y produce electrones, ablaciones en cuerpos acristalados, paneles que se posan. Cerrando los ojos, hasta podía ser una oda de Ginsbert, bajo la influencia de aliado peyote.


Pero, si en pasado día hablaba de la oposición clara entre poesía y negocio, no podía ser que el lenguaje de Alberte me confundiera a Tovar con T Solar, por mucha coincidencia de letras y mundo de astros y estrellas existente entre ambos; aunque, al menos, y con la imaginación al poder, mejor este poder de energías limpias que otras clases de poder, ¿verdad?


Ninguén de Ningures


Ayer tuve el honor de acompañar en el escenario del Café Teatro Xesteira al dramaturgo Ninguén de Ningures, para la presentación (o representación) pública del partido recién fundado por él mismo junto al monicreque Pepiño, y que cuenta con el apoyo inestimable de Miguel Ligero Contundente, Hilario Filamento Blanco y O Cabalo de D. Quixote, entre otros, para ocupar puestos de responsabilidad cuando Ninguén sea presidente.


Con focos y micrófonos funcionando sin el mínimo error, el éxito de concurrencia fue absoluto, pues doce personas entre el público, como doce apóstoles, entre ellos el siempre inquieto Casas, José Luis Duen, Oñate, Moncho Saco, mi querida esposa y una hija, etc. Todo sin alardes publicitarios o sms, ni costar un duro, o casi, porque los carteles algo le tuvieron que costar al candidato (cartel que publicamos hoy, que ya pasó el acto, para que no se nos acuse de utilizar esta sección con ánimo partidista y de convocatoria). Fue una ocasión para conocer las grandes ideas que este nuevo líder político aplicará en la Comunidad Autónoma de Pasticia; a modo de ejemplo, sólo informo aquí de una de ellas, consistente en que ningún gobernante podrá cobrar más de 3.000 al mes. ¡Ahí queda eso!


GZnación


Es el título de un periódico que recojo del suelo en una calle de Ourense, picado por la curiosidad del general desprecio que observo en los transeúntes al respecto. Y porque me han parido desconfiado, también me pica la mosca que pueda ocultarse detrás de su gratuidad. El ejemplar lleva puesto en cabecera el número 5, corresponde al mes de noviembre, y se cuentan veinticuatro páginas, algunas con color. Esto significa, dando por ciertos los 52.000 ejemplares de tirada que anuncian, y sin necesidad de ser editor para un cálculo exacto de su coste, que hace falta una buena pasta para sacarlo a la calle, aunque se distribuya desde los bancos de parques y calles.


Habrá filántropo y mecenas de tal causa? Investiguemos. En la página dos, dentro de los créditos, me encuentro con el anuncio de ‘pon o teu anuncio neste xornal’. ¡Ah!, entonces comprendo, son estos anunciantes los paganinis del invento. Pero continúo pasando hojas y no encuentro ningún anuncio privado (bueno, miento, siete módulos de los posibles 576); sin embargo, sí hay 120 módulos cubiertos por publicidad institucional, dependiente de Consellerías del Bloque. ¡Qué curioso!; o sea, es la publicidad institucional de la Nazón la que hace posible este periódico. ¿Será periódico de régimen institucional, será de partido político en el poder, o será un reinvento del periodismo como quinto poder de perfil propagandístico?


¿Crisis?


Pregunté en un local que se alquila o vende, sus precios. Local de cien metros cuadrados, con una ventana posterior y puerta a calle céntrica, si bien no Paseo o Parque. Tomen nota los incrédulos del valor para venta: 1.200.000; o sea, doscientos millones de pelas. Alquiler en 4.500. ¿Quién dijo crisis? Ni quiero imaginarme lo que costará el edificio Banco de España, por el que suspiramos todos en Ourense para uso cultural y de divertimento mayor que el administrativo catastral. ¿Quién dijo crisis?

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