Opinión

Percepciones

Inaugurar la Hemodinámica


Pues si no llegan a respetar el tácito pacto de parecerlo, no inaugurando para la foto nada en tiempos próximos a convocatoria de elecciones, posiblemente llegarían al extremo de inaugurar cualquier camilla nueva para el pasillo, o alguna dotación de jeringuillas para pincharnos el culo. Y es que la última vez que recuerdo hablar de inauguración en el CHOU fue no hace un año y medio, con ocasión de los nuevos quirófanos y mismo protagonista presidente; ahora, otra vez al tajo, pese a que el tajo está como está, y si no, siga leyendo un poco más.


El Plan Director


El tajo está como está por el Plan Director. Con un millón de euros (casi misma cantidad que la inversión hemodinámica) para nuevo proyecto que dé respuesta a las necesidades asistenciales no resueltas por el anterior: es decir, consultas externas, hospitales de día, gabinetes de exploración, atención psiquiátrica, materno infantil, helipuerto, 061, guardería, aparcamientos y un largo etcétera. Esperemos que dentro de un tiempo no venga nadie con un tercero que rectifique al segundo, un cuarto al tercero, y así sucesivamente, planeando nuestro Hospital querido como obra del Escorial.


Y es que yo nunca lo entendí demasiado bien. Ni cuando me lo explicó mi amigo José Troncoso. Que la reforma de un hospital de la naturaleza de nuestro CHOU, con más de 30 años a sus espaldas, se constituyera en la mejor opción para cubrir las naturales expectativas de servicio futuro para toda su población beneficiaria. Siempre me pareció ir por detrás de fórmulas con mayor sentido común y espacio, o mejor planificación de los servicios; por supuesto, sin tantas molestias o ruido.


Con envidia he visto fotografiado hace pocas fechas al mis mo presidente Touriño que posó ayer en inauguración oficial (que no de funcionamiento), ante la maqueta del nuevo Hospital de Lugo; ¡nuevo! de totalmente nuevo. También, sin duda por grave padecimiento de contumaz pecado nacional, sentí parecida envidia hace menos días por la presentación del Nuevo Hospital de Vigo; espectacular. Pero decía que estamos en éstas cuando surge el anuncio de repensar el Plan Director por sus múltiples fallos, dejándome con la boca abierta, pues da la impresión de ‘chis y a gastar’, que para eso estamos en tiempos de abundancia.


Hoy repito con más coraje y rabia que ilusión, sin gran conocimiento pero con más sentido común que político de los entendidillos, que Ourense perdió su oportunidad por alcanzar hospital nuevo y moderno, como Dios manda a otras ciudades gallegas, cual Lugo o Vigo, ésta última con el tercero. No, aquí no, aquí la inversión bastaba con una inferior (postreramente se volverá la más cara), arreglando ‘Esta casa es una ruina’, según trasciende de la multitud de deficiencias que subrayan justificar el nuevo plan. Y estamos en las de siempre respecto a la diferencia de inversiones en cada una de las provincias, cuando ¡oh, sorpresa!, hoy mismo lo dice la prensa, la más baja inversión pública de las Administraciones corresponde a la ourensana, que, de seguir así, en pocos años la llamarán Barata, de barato-barato que nos vendemos.


Y que no falten las promesas


Con la Hemodinámica matinal (no nos infartemos de tarde, o por la noche, porque saldrá Larra y le dirá: vuelva usted por la mañana), esa misma que no era medida prioritaria para los responsables de última etapa (Prada), con parlamentarios socialistas rechazándola en más de una ocasión en el Parlamento ¿o no?), y que hoy es protagonista del festejo (si Pérez de Juan era quien iba a atenderla y ahora es senador, ¿quién vendrá para ello?), también tendremos muy pronto dos aceleradores de esos que atacan el cáncer donde más le duele ¡toma, cabrón!, muy modernos y caros pero que nos merecemos. Y aún más, también se avanzó la puesta en marcha de un programa especial de prevención y detección del cáncer de colon rectal; lástima que no le coja a persona muy cercana a mí que hace unos días ha tenido que hacer la colonoscopia en privada porque Dios sabe cuándo le tocaría detectar el mal que ahora le están valorando. Espero, por su gravedad, que este tipo de promesas no sean un cuento, como tantas otras, electoral.



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