El verdadero: Vayan por delante, hoy, las disculpas al Dr. Montes y a los que lo apoyan, por un error cometido el pasado viernes con el título del comentario realizado en esta sección, al respecto de la conferencia del susodicho en el Foro La Región. Cambiar por un error de edición Hasta los topes con Montes por Los torpes con Montes fue un error que por su connotación de insulto nos ha dejado un mal cuerpo que espero se desvanezca completamente con esta pertinente aclaración. Y es que los trabajos de equipo pueden producir, en el tratamiento de los textos, a veces, algún error como éste; no obstante, se apuntaba estar fuera de contexto, al no juzgar, sino opinar y preguntar. Una vez más, disculpas sinceras a quienes les haya puesto nuestro mismo mal cuerpo.
Fibromialgia: Guillermo Rendueles a mediados de diciembre pasado estuvo en Ourense conferenciando sobre la idiocia moral y su repercusión social, a fin de saber distinguir al gorrón del que no lo es. Unos días más tarde, en entrevista de Maribel Outeiriño, dejó caer su particular sospecha sobre mucho gorrón suelto por incapacidad consecuente de fibriomialgia, lo que le valió contestación de alguien, cuyo nombre no recuerdo, en carta al director de La Región, con la pertinente queja.
Pero en estas estamos cuando cae en mis manos la primera sentencia, nº 896/2008, del Juzgado de lo Social, que es firme en Ourense al no haber sido recurrida por el INSS al TSJ, y que contempla la incapacidad permanente absoluta para realizar una actividad laboral reglada como consecuencia de fibromialgia y los problemas psiquiátricos que, según el abogado Juan Pulido que defendió el caso, son en parte derivados de frustrante dolor y nulidad que siente el enfermo de esta singular patología, así se lo pregunten a Manuel Cabaleiro.
La frontera entre el sí y el no, entre gorrón y víctima, también está en la capacidad de proveerse de informes médicos, y otros argumentos de la ciencia, que puedan convencer al Magistrado-Juez, en este caso Magistrada al ser doña María Luisa Rubio, de que sería injusto mandar al tajo a quien no puede, ni psíquica ni físicamente, volver a él. ¡Y es que bastante tiene el que sufre este dolor, de convivir con él!
Economistas: Son esos seres que explican lo que ya ha pasado, cual historiadores, ordenando factores que sólo ven después de haberse hecho evidentes. Ni tienen fórmulas exactas que se puedan seguir fehacientemente, porque o bien no las prueban cuando pueden o no pueden cuando las prueban. Que no les parezca mal lo dicho a los amigos economistas, (veo veo, ¿qué ves? a Guillermo Díez, Pascual, Pereira, Carrasco o Pérez, masticando tabaco antes de desenfundar el revólver con que retarme por meterme en su ciencia), pero es verdad que siempre salen a apostillar con certeza de ciencia después de organizada toda la fiesta, más aún, con los pasteles ya en la mesa (y menudo pastel el de nuestra mesa). Ninguno de ellos, que siempre tienen silla en algún Consejo de Empresa, ha advertido, pues, la gran crisis, ni aquí o en Pamplona, es decir, en todo el mundo que la sufre ahora.
Con este escepticismo acudí al Ateneo ourensano a escuchar al catedrático Javier Rojo, de la Universidad de Santiago. La conferencia se titulaba La crisis un problema de todos, pero yo apostillaría aunque auspiciada sobre todo por unos pocos, y, a continuación, cargaría contra los banqueros, fundamentalmente, y los políticos indocumentados entregados a ellos, para continuar con todos los consejeros de grandes Consejos de Administración que cobran dietas amplias para no sé yo qué. Nos explicó, eso sí, con claridad catedrática todo lo que pasó, pero no le pregunte usted por lo que nos espera, porque ni idea. Sabe prácticamente lo que usted y yo. Y tampoco hay que extrañarse, pues ya vemos al mismo Solbes NPI desdiciéndose continuamente.
Eso sí, el Ateneo feliz por dar hijos a este salón un tanto huérfano, pues el nuevo presidente está tratando de procrear del mismo vientre un foro para interesar; y los de la Asociación Ciudadana por la Libertad, el Progreso y Democracia, felices de tener madre sala o padre salón para atraer público a su proyecto ¿siguen afiliados al mismo partido? con la organización de diversas conferencias. Es curioso, al menos, como le ha valido la pena el haber pasado por UPyD a Ildefonso, Quintáns y otros, para despertar a un papel social que no tenían; otra conferencia próxima versará sobre la Etica en política (quéeeeeeee).
A mí me gusta la movida, y lo que no me explico es como los partidos políticos profesionales no hacen sus propios debates públicos sobre los temas más peliagudos, con afán no de pontificar sino de hilar políticas compartidas con los ciudadanos. Menos mítines y más encuentros ciudadanos para debatir temas cotidianos en foros abiertos.
