Opinión

Percepciones

Asamblea (Segunda parte)


Y el presidente Núñez rendía aquí su primera visita oficial a Ourense, con Baltar y Rogelio testigos de ello. Lo hizo, además, mostrando afecto a una clase empresarial a la que reconoció su valor, pidiéndole al mismo tiempo ayuda para tirar del carro económico de Galicia. La verdad es que me sorprendió el discurso del señor Núñez por dos razones, por certero y breve, pues aún recordaba uno suyo anterior, con motivo de la primera edición de los premios a la Excelencia, que me había resultado un gran coñazo, por largo y electoralista.


Finalizada la Asamblea en sí, subimos a tomar un pincho al piso de arriba del mismo edificio de Caixanova, y, ¡oh, sorpresa!, apareció de nuevo Núñez, para algunos ya más como Alberto que como presidente. Sin comitiva, como recuerdo no pasaba con Quintana, por ejemplo. Únicamente llevaba detrás a Paco Rodríguez, como era lógico por educación de anfitrión. Con toda naturalidad y espontaneidad fue saludando a los presentes. En una esquina me encontraba yo con una amiga extraordinaria, Mayte, de belleza matrioska (esa que poseen sólo algunas mujeres, y que al primer golpe atrayente de vista le suceden progresivamente otros golpes de mayor belleza a cada capa interior que conoces), y con quien -obviamente, por lo ya dicho- aprovecho a departir cuando coincidimos; al rato se nos unió Miriam Apetamcor. Al divisar a Mayte, Núñez se vino directamente hacia nosotros sin mirar a nadie más, y la saludó muy cariñosamente; pero ¡no piensen nada raro! sino en una amistad nada política y sí personal, de gran vecindad familiar al vivir muchos años compartiendo mismo edificio en Las Lagunas. Posteriormente, ya advertido de las otras presencias, pregunta al periodista si sigue escribiendo compulsivamente sus artículos dominicales, y como quiera que él había preguntado por cosas de casamiento, el periodista aprovecha para preguntarle a él la cosa suya al respecto, boda de la que algunos hacen tema, y que él sorteó con una sonrisa y un ‘Yo ya estoy casado con Galicia’. Poético, no creo que de la Dama Tierra deba celarse su compañera Chinny Gamir, tan conocida en esta casa por ex periodista de La Región. En fin, que allá que siguió el señor Núñez saludando a unos y otros, ciertamente con sencillez y cercanía, de forma tan cordial que a ellas, las mujeres citadas, hasta les pareció más guapo que otras veces (será, le dije a Miriam, la influyente erótica del poder, pero ellas, erre que erre, insistían, e insistían; pues bueno).


Finalicemos ya con algo propio de la finalización de cualquier asamblea, que se cierra con último capítulo de ruegos y preguntas, al quedar una pegunta suelta que no pude hacer en dicho capítulo por la justificada ausencia del presidente Paco, y que, al tenerlo delante, se puso a huevo. ¿Serás candidato a la CEO en las nuevas elecciones?; ‘No lo sé’. E insisto, porque no me lo creo: ‘Te aseguro que aún no lo sé, tengo que reunir a mi equipo, bla, bla, bla.. ‘Por tanta duda, asumí la certeza y le crucé una apuesta: una comida (está invitada Mayte, por testigo), que pagaré yo si no se presenta, o pagará él si su equipo se lo pide y renueva. Al fin, ¿qué son dieciséis años en la vida de una Institución de treinta y dos?


Sopa de ganso


Con el mismo humor que me presume mi amigo Chechu, y después de leer con el afecto que mutuamente nos tenemos su respuesta a mi sana preocupación por el traslado habido desde Urgencias hasta la habitación de aislamiento en 5ª planta (de otro edificio -Materno Infantil- sito en último lugar con respecto al que ubica el Servicio de Urgencias), preocupación, por otro lado, transmitida por facultativo de la casa, simplemente decir las palabras del mismo Groucho de Sopa de Ganso: ‘Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!’.


¿Que cómo estaba la plaza?


Asim, asim de llena, que diría dúo Sacapuntas. Y por sacar punta, donde dije el otro día jamón-jamón, hoy quiero decir jabón-jabón, porque no me dirán ustedes que ese llenazo en la conferencia de José Manuel Baltar no tiene algo de esto; ni tema, ni por desconocimiento del conferenciante, se justifica tan inusitado interés. Lastimosamente, no puedo contarles más, pues al no poder pasar de puertas adentro me fui al instante. Eso sí, antes hice esta foto para ustedes, porque una imagen vale más que mil palabras. Asim. Pero, para acabar este comentario, y por puro juego de rima en la terminación, decirles también pajón-pajón para referirme a otra ocasión perdida con motivo de más conferenciante de oberboking, cual es Pajín. Habrá, por jóvenes, sin embargo, mil ocasiones más para ver a ambos.



Te puede interesar