Regresa Pedro Sánchez de sus vacaciones por Estados Unidos y dará oxígeno a sus alicaídos leales, tan necesitados de ánimo tras la decisión no confesada, pero sabida, de que la gestora, y multitud de dirigentes que no forman parte de la gestora, se inclinan por permitir a Rajoy que gobierne con abstención de todos los diputados socialistas o con la abstención de once diputados socialistas.
Gran parte de la militancia se resiste al cambio de posición, militancia en la que Sánchez encontrará incondicionales, pero en las esferas de poder pierde puntos el 'noesno' porque unas nuevas elecciones darían aún más escaños al PP y, esta vez sí, el PSOE sería ampliamente sobrepasado por Podemos. Sin embargo los sanchistas no se resignan, creen que permitir que gobierne Rajoy les envía a los infiernos, no les gusta Susana ni Javier, consideran traidor a Antonio Hernando, y la noche del sábado no han ocultado su entusiasmo por el triunfo de Iceta en las primarias catalanas. También Parlón estaba por el no, pero Iceta tiene más experiencia en sus relaciones con el PSOE que la alcaldesa de Santa Coloma, y sabrá mover los hilos en el comité federal con más eficacia que Parlón.
Idoia, Tudanca y Francina Armengol -no son los únicos- están a muerte con Sánchez, pero el que importa es Iceta. Porque conoce el PSOE como nadie a pesar de pertenecer al PSC, y porque puede cumplir con su amenaza de romper la relación de su partido con el PSOE, que puede hacerlo, mientras que el PSOE del País Vasco, Castilla y León, o Baleares son PSOE.
Sánchez ha intentado mantenerse al margen estos días de lo que ocurría en Ferraz y de las iniciativas de la gestora. Quería dedicarse full time a su familia, pero alguna conversación telefónica ha mantenido con su gente, bastantes más a través de SMS, y en un par de ocasiones se ha pronunciado a través de twiter. Por ejemplo, para felicitar a Miqel Iceta. Los suyos aseguran que regresa con ganas de hacerse notar, que no se plantea ni de broma abstenerse en la investidura de Rajoy, que no descarta nada y que las decisiones que deba tomar las tomará en su momento. No descartan que se presente a las primarias para la secretaría general cuando se celebre el congreso y mientras tanto va a dedicar todo su esfuerzo a los militantes. Su principal apoyo, su baza para el futuro.
Pero aún queda tiempo para que se visualice si es o no candidato. Lo que toca ahora es decidir si asiste a la reunión del federal, si se mantiene en el 'noesno', si se lo van a permitir, y si hace oposición firme a la gestora. Es decir, no se conforma. Lo que significa que a Javier Fernández y a Susana Díaz se le van a acumular los problemas y apenas disponen de tiempo para resolverlos.
