Opinión

DESTELLOS EN LA PRECARIA ECONOMÍA

Como en una película en blanco y negro de los hermanos Coen, la actualidad es un sarcasmo amargo bajo una apariencia de una normalidad: se está llegando a la apoteosis del capitalismo, los ricos son cada vez más ricos y cada vez menos en número y los pobres son cada vez más pobres y legión. Los datos y estadísticas de la ONU, de la Unión Europea, Unicef y organizaciones no gubernamentales (ONG) lo constatan; incluso quedó patente en el reciente informe del Gobierno alemán sobre la pobreza.


En Alemania, gobernada ahora por una coalición de cristiano demócratas y socialdemócratas que se han unido a regañadientes ante la gravedad de la crisis económica, el 10% de los ciudadanos acapara el 67% de la riqueza nacional y esta brecha va agrandándose paulatina pero inexorablemente, como la deriva de los continentes, si se me permite el inesperado símil geográfico.


La cara oculta del flamante milagro alemán al comienzo de la tercera legislatura consecutiva de Merkel se resume en un dato sorprendente, lo releemos otra vez para ver si habíamos leído bien, es el siguiente: la pobreza abarca a casi un 20% de la población alemana. Y sin embargo el binomio pobreza y alemana se nos presenta como una 'contraditio in terminis', un oxímoron.


Además, las arcas no están llenas porque se ha tenido que recortar en sanidad y educación a pesar de la reducción de los salarios, según el citado informe cuatrianual sobre la pobreza germana. La macroeconomía habrá obtenido matrícula de honor en las calificaciones de algunos países punteros como Alemania, pero a los ciudadanos de esas naciones no les ha ido todo lo bien que se podía esperar. La prueba, los alemanes han tenido que apencar con los precarios 'minijobs' (mini trabajos), de 400 euros al mes sin impuestos y 15 horas de trabajo a la semana, con los que Alemania capea la crisis desde 2003 dando empleo cerca de 7 millones de personas.




MASOQUISMO GENERALIZADO


Y es que la canciller Angela Merkel (CDU, Unión Demócrata Cristiana, conservadora) propugnaba una política neoliberal a ultranza, con recortes y medidas restrictivas de austeridad, política suavizada por el vicecanciller, Sigmar Gabriel (SPD, Partido Socialdemócrata, izquierda moderada), con el que forma un tándem gubernamental ecuánime. Signo de este cambio de tendencia en la Repúbica Federal es la implantación por primera vez en la historia del salario mínimo, establecido, como se sabe, en 8,5 euros la hora, debido al alto coste de la vida en el país teutón. Bueno, bueno, si todo esto pasa en Alemania, primera economía continental y país adalid en Europa, espejo en que debemos mirarnos, qué no sucederá en el resto.


Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895) fue un prolífico escritor costumbrista austríaco del Imperio Austro-Húngaro, que se hizo muy famoso por la publicación de novelas eróticas como 'La Venus de las Pieles', en la que describe ciertos comportamientos sexuales anómalos en los que se mezclan el dolor y el placer. Dio origen a la palabra 'masoquismo', que dura ya más de 130 años y que hoy se ha popularizado en una acepción amplia y podría aplicarse, por ejemplo, al aguante con que tenemos que afrontar la prolongada crisis económica.


Contribuyen a esta última las crecientes desigualdades entre los ciudadanos y el hecho de que el Viejo Continente es dual. El 20% de los europeos más ricos gana 5 veces más que el 20 % de los más pobres. Las poblaciones de los países bálticos, las naciones latinas, Gran Bretaña e Irlanda presentan grandes diferencias entre sus clases sociales. La Europa central va mucho mejor, con Holanda y sobre todo Alemania en los primeros puestos. Además, salíamos penosamente de una severa recesión en la que nos instalaron'a fortiori' políticas equivocadas de ahorro durante una década. Por eso, los destellos de recuperación se recibieron como agua de mayo cuando fueron anunciados recientemente con la esperanza de que se trate de un verdadero cambio de ciclo económico, 'and fingers crossing' (y crucemos los dedos) como pide la superstición anglosajona.




HASTA QUE NO LO VEA, NO LO CREO


Los grandes inversores habían presagiado la calma después de la tempestad: el multimillonario y filántropo Bill Gates, fundador de Microsoft, compró en octubre pasado el 5,7% de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) por unos 113 millones de euros, convirtiéndose en su segundo accionista, y el magnate George Soros adquirió por su parte un 3,8 %de la misma firma a Esther Koplowitz y es el tercer accionista de la compañía desde diciembre último. Hay que confiar en el instinto de anticipación de Soros, famoso desde que consiguió hundir la libra esterlina en 1992 apostando contra la divisa británica unos 10.000 millones de dólares. Su interés ahora por Europa y por España es bienvenido. 'Last but no least' (último pero no menor), la multinacional norteamericana Crown Holdings ha adquirido por 1.200 millones de euros la empresa española de envases de hojalata Mivisa, nuevo signo de confianza en el país, el dinero no se mueve a humo de pajas.


Estos signos premonitorios de la mejoría económica confortan a la consternada España que parece salir del estancamiento. Habíamos rozado la caquexia, la extenuación a causa de un largo endeudamiento y políticas erróneas, la economía amenazaba ruina. De ahí, los elogios a las drásticas reformas españolas tanto de la Unión Europea (UE) como del Fondo Monetario Internacional (FMI) al presidente Mariano Rajoy, alumno disciplinado de la ortodoxia comunitaria y cirujano de hierro de la economía. ¿No nos quedaba otra?


Los EEUU cuentan con tres compañías que vigilan con vista de águila imperial los mercados para no perder oportunidades, Moody's, Standard&Poor's y Fitch. Esta última acaba de mantener en la calificación BBB las finanzas españolas, es decir, una nota moderada, pero advierte que el crecimiento español del Producto Interior Bruto (PIB) -índice de la actividad enconómica- no supera el 0,5% cuando todos los indicadores señalan que no se creará empleo hasta llegar al 1%, lenguaje hermenéutico que traducido a gramática parda significa que aún queda mucha tela que cortar, que falta mucho túnel antes de llegar a la salida aunque se vaya en la buena dirección. Prohibido el repique de campanas.


¡Uf!, hemos abandonado la recesión, atisbamos la reducción gradual del paro, que aún sobrepasa el insoportable 26% y está llegando el capital extranjero, síntoma de fe en el futuro, aunque sea la del carbonero. Salvo imprevistos,en 2014 podría iniciarse la recuperación pero después de tantas promesas durante años permítanme usar el conocido dicho 'hasta que no la vea, no lo creo'. Recomendamos 'Vide infra', mirar más adelante.

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