Gracias a las inteligencia artificial se ha podido establecer que la obra anónima del teatro barroco “La fracesa Laura”, que se encuentra en los fondos de la Biblioteca Nacional, es en realidad una función escrita por Lope de Vega. El hallazgo de dos profesores de las universidades de Valladolid y Viena fue posible por la utilización de un par de programas de IA que analizan caligrafía y estilo de la época, demostrando la eficacia de las nuevas herramientas en estudios complejos. Pero la capacidad de la IA para generar arte (DALL.E) y ofrecer información (ChatGPT) ha originado un nuevo problema, el de identificar que textos o que obras han sido realizadas por un autor de carne y hueso y cuáles por un programa informático. Pero lo novedoso es que los dueños de ChatGPT han inventado su antídoto y han lanzado otra herramienta para determinar si un texto ha sido escrito por un programa de IA. O sea que se acabó copiar o plagiar con impunidad.