Opinión

DISCIPLINA

Una mujer inglesa se ha presentado en 104 ocasiones al examen para obtener el carné de conducir y otras tantas ha suspendido. Si se tiene en cuenta que la examinando se ha gastado tan solo unos 4.000 euros, ahí está la causa de los suspensos reiterados. De haber fracasado tantas veces en nuestro país el carné se le habría puesto por un pico pero de los gordos, a una media de varios cientos de euros por cada tres intentos, de tal forma que le saldría más rentable coger un taxi cada vez que saliera de casa. A ver si va a tener razón el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y lo que le ha faltado a esta mujer ha sido esfuerzo, dedicación y disciplina. Inglesa, of course.

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