Que el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Antonio Garamendi, acabe de dejar de ser autónomo para convertirse en trabajador fijo, es sin duda efecto de la contrarreforma laboral aprobada por el Gobierno. Ahora ya no es un falso autónomo como muchos riders que trabajan y cobran de un solo cliente. A Garamendi sin embargo no le hacen falta sindicatos para defender sus intereses porque se ha puesto un sueldo de 400.000 euros anuales, 28.500 euros en 14 pagas o 33.333 en 12, lo que supone que se ha subido el sueldo un nueve por ciento, medio punto más que la inflación para no perder poder adquisitivo, mientras el salario medio en convenios no ha llegado ni al cuatro por ciento. Su sueldo mensual supone veintiséis veces el nuevo salario mínimo interprofesional, ese que Garamendi no quería que subiera hasta el nivel actual. El lema que Garamendi tiene en su escudo nobiliario es “haced lo que yo digo pero no hagáis lo que yo hago”. Todo muy coherente y muy social.
