Cuando se empieza mal se acaba mal o regular y eso puede pasar en los Juegos Olímpicos. No hay forma de empezar a rellenar el medallero y algunas opciones de subirse al cajón se esfuman. Muchos lo ven como una metáfora de la situación que vive el país, de la depresión moral que se ha trasladado a los escenarios deportivos. Siempre me pregunto por qué un americano, un ruso, un chino o un uzbeko que está predestinado a lograr medalla van y la logran, y los españoles en los que están puestas todas las esperanzas van y fracasan. Y no vale echarle culpas al lucero del alba. Por lo pronto España ha ganado el oro en Londres solo en lanzamiento de hueso de aceituna. Otra metáfora.
