Algún gurú madrileño publicó que Aberto Núñez Feijóo "alega motivos personales para no restar protagonismo a Rajoy en la Fiesta Nacional". El presidente gallego no asistió a la celebración del 12 de octubre en Madrid y, si se da por bueno el argumento, ayer tampoco acudió al Consello de la Xunta para que las cámaras se centrasen en Alfonso Rueda durante la posterior comparecencia ante la prensa.
Hablando con un colega de oficio muy bien informado sobre todo lo que sucede en el PP nos partimos el eje con las elucubraciones que suscitan que Feijóo desaparezca un par de día de los titulares. Continuando con la chanza, también se podría titular "no estaba muerto, estaba de parranda" y estaríamos bastante más cerca de la verdad que con la tesis de la sombra a Rajoy.
La agenda privada de Núñez Feijóo nunca se airea y es comprensible que le dedique unos días a su pareja, Eva Cárdenas, con la que espera un hijo que nacerá en los primeros meses del próximo año después de unos meses en los que se dedicó a recorrer Galicia con su banquito para reeditar su tercera mayoría absoluta.
A Rajoy ahora mismo nadie le hace sombra en el partido y eso también lo sabe Feijóo. A un tris de ser investido presidente del Gobierno con la abstención del PSOE, hasta el más lego de la parroquia da por hecho que convocará un congreso para continuar también liderando el PP y lo ganará sin oposición porque a nadie le gusta suicidarse sin motivos.
Un ourensano que sabe mucho de los populares confesó hace unas semanas a este chófer de anécdotas que el presidente de la Xunta tiene claro que su oportunidad para dar el salto a Madrid ha pasado, que el impasible Rajoy continuará en La Moncloa y que lo demás es ruido de los partidos de la oposición ante la incapacidad para desalojar a Feijóo de San Caetano. Dentro de cuatro años hablamos.
