Antes de que principiase la actual legislatura, el líder del PPdeG confesó a su grupo parlamentario que le preocupaba la irrupción de AGE en la Cámara por la incontrolabilidad de Xosé Manuel Beiras. Pasados lo temores iniciales y superados los momentos de tensión como cuando el veterano político aporreó con aspavientos el escaño del presidente, ahora Beiras le sirve a Feijóo como pretexto para evitar responder a lo que le preguntan durante la sesión de control al presidente incluso cuando no está presente en el Hemiciclo.
Hay que reconocer que Beiras se lo está poniendo demasiado fácil a un político escapista. Sorprende que una cabeza tan brillante se deje gobernar por el ímpetu del que está pasado de vueltas. Yolanda Díaz interrogó al presidente gallego por la crisis económica, inclinando la pregunta hacia el dramático aumento de la pobreza, pero él ya tenía preparada la respuesta, agarrándose a unas duras palabras de Beiras en entrevista concedida a 'Faro de Vigo' para cambiar el paso: "La gente me dice que hago muy bien en no aguantar a ese mamarracho y que debía romperle la cara. Como me decían las mariscadoras o en las gasolineras en los noventa, ‘señor Beiras hace falta una ETA".
Feijóo reclamó a Díaz que desautorizase al portavoz de AGE por "incitar a la violencia", deslizando incluso que pensamientos agresivos de este tipo fomentan la "violencia del pasado fin de semana", auque no llegó a mencionar la barbarie ocurrida en los aledaños del estadio Vicente Calderón entre ultras del Frente Altético y radicales de los Riazor Blues con el saldo de un muerto. Si al final Beiras también va a apandar con la culpa de que Djukic entregase al Barcelona una Liga desde el punto de penalti o de que Alejo privase al Celta de una Copa del Rey por golpear con más fuerza al suelo que a la pelota desde los once metros.
Beiras sí es responsable de convertir el Parlamento en un teatrillo de bolsillo para que los dos se gusten en la representación de su papel mientras la pobreza continúa sin tener una respuesta contundente.
De los pensamientos del profesor Beiras hay que estudiar hasta los silencios; la verborrea del político Beiras resulta caralluda en campaña pero en el Parlamento al único que favorece es al que está al mando. Da igual la pregunta.
