Opinión

¿Pero otra vez la heroína?

Hace unos meses un colega advirtió de que por el barrio volvía a campar a sus anchas la heroína. Crees que es imposible que se vuelvan a reproducir los estragos del pasado y que está fantaseando con una información de otro tiempo. El que más o el que menos entregó a un familiar o ha perdido colegas por la chuta y piensa que es imposible que vuelvan a repetirse aquellas situaciones sombrías. 


Hubo un tiempo en el que en el cole se apuntaban casi con la misma naturalidad las faltas de asistencia que las bajas por sobredosis, aunque una cosa solía coincidir con la otra, con el matiz de que la muerte no concede una segunda oportunidad. Cuando abandonamos octavo de EGB para enrolarnos en BUP, de la misma clase se habían caído cinco chavales gilipollas de tan buenos que eran. Y su destino no fue precisamente la formación profesional, sino el hoyo.


Este periódico cuenta hoy que la Policía Nacional ha detenido a trece indeseables, siete en Galicia, por traficar con 16 kilos de heroína. El dato es estremecedor porque indica que hemos dado muchos pasos atrás y que nuestros rapaces vuelven a flirtear con una droga con la que es imposible negociar.
Cuesta creerlo, pero es así. Y es así porque se trata de una sustancia barata con una capacidad de enganche terrorífico. Es un indicador más de la dura situación económica que estamos viviendo. Este chófer de anécdotas nunca se ha atrevido a dar un consejo ni jamás lo ha pedido porque cree en la libertad del ser humano para levantar su destino o para destruirlo como le venga en gana. Pero cuesta entender que la generación más informada de la historia se deje tentar por una droga tan miserable como los que trafican con ella. 


Que la heroína vuelva al mercado nos avisa de que no se puede bajar nunca la guardia y de que es tarea de todos mantener la pestaña despierta ante cualquier sospecha de que algún indeseable esté haciendo negocio con el futuro de las generaciones mozas. 

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