Opinión

La Xunta presupone

Sostengo que los debates sobre los Presupuestos, tanto del Gobierno de España como el de la Xunta de Galicia, están sobredimensionados. No voy a negar su importancia, pero sí lo absurdo que resulta tanto debate mediático sobre lo que calcula la Xunta que ingresará y cómo piensa gastarlo.


Lo curioso del caso es que, por ejemplo, al final del ejercicio ni Gobierno ni oposición explican lo que es entonces una realidad: cuánto y dónde se gastaron lo presupuestado.


Además, el debate es muy particular, todo se centra en la inversión y, más concretamente, en la obra pública. Aunque pueda estar sobredimensionado, sí es verdad que el Presupuesto tiene su importancia y define de forma muy clara la ideología del gobierno de turno. En este caso, los Presupuestos de la Xunta merecen el calificativo de coherentes.


Como dijo el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, después de mantener una entrevista con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los Presupuestos deberían rebajar el gasto en educación y sanidad y aumentar la inversión. Y así se hizo. Como corresponde a un gobierno de derechas, los Presupuestos de Galicia para 2010 cumplen los criterios económicos conservadores. Así que se podrá acusar a Núñez Feijóo de muchas cosas, pero no de incoherencia. (Al contrario que a su conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, que, según él, toma medidas progresistas, como la eliminación de la gratuidad de los libros de texto).


Por cierto, la única explicación que resulta absolutamente necesaria no se ha dado. La titular de Sanidade, Pilar Farjas, no explica cómo será la inversión de capital privado en la construcción de los nuevos hospitales. Ese sí que es un debate serio y muy necesario. Pero claro, en estas cosas es mejor la confusión.



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