Desde hace más de 30 años, el centro ocupacional de Santa Catalina, en el pueblo de Cornoces (Amoeiro), contribuye a mejorar la calidad de vida a decenas de adultos con alguna discapacidad psíquica.
El tren de la Universidad pasa dos veces, tres o las que sean necesarias. La oportunidad nunca llega tarde para los que quieren estudiar y la realidad demuestra que las ganas de aprender no caducan.