El incidente protagonizado por el vecino de Allariz de 46 años que el miércoles se presentó en la guardería de Allariz en la que trabaja su expareja y arrojó piedras contra la puerta, sin llegar a entrar al ser detenido por la Guardia Civil, se ha saldado con una primera condena por coacciones.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, con competencias en delitos de violencia de género, le impuso 22 días de trabajos en beneficio de la comunidad así como seis meses de alejamiento y prohibición de comunicar con la perjudicada. En caso de un quebrantamiento, añadiría otro delito y podría ingresar en prisión. El inculpado amenazaba con suicidarse si su excompañera no retomaba la relación sentimental con él, provocando desasosiego en la víctima.
El inculpado admitió los hechos, lo que permitió a la jueza dictar una sentencia de conformidad. Pero antes del percance en la guardería municipal supuestamente perpetró otros delitos que pasaron a Instrucción 1, el juzgado de guardia cuando ocurrieron las infracciones penales.
En este órgano judicial, está investigado por los delitos de daños (en las puertas de la instalación municipal), atentado (presuntamente lanzó una botella a los agentes y los agredió con puñetazos) y conducción temeraria, con riesgo de atropello en el casco urbano de Allariz, según informó la Guardia Civil con motivo de su detención. El juez lo dejó en libertad, pero deberá realizar, por ahora, comparecencias semanales.
El investigado, antes de pasar a disposición judicial, fue trasladado al Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO) para una evaluación médica dado su comportamiento agresivo.
