amigo alfredo

Alfredo Fernández es un aviador que, por causa de una inesperada ceguera, hubo de convertirse en marino del barco más grande del mundo; compaginando las tareas propias de una eficaz tripulación, con las de conductor, durante muchos años, del Descenso Internacional  del Sil en piraguas, que este año cumple su XLVI edición. Pese a las limitaciones que le producía la ceguera, él,  con la ayuda de algunos voluntarios, lo hacía todo, desde buscar recursos económicos y trofeos, hasta la organización, nada fácil, del propio descenso.
Pero no se limitaba a esta actuación su actividad. También escribía y escribe. Tiene en su haber varios libros y algunos premios literarios. Fue nominado 'Barquense del Año' y Pregonero de la Villa en las 'Festas do Cristo'. Es animador de varias peñas de amigos y su presencia era imprescindible en la procesión del Santo Cristo, cada 14 de setiembre. Este año, por una enfermedad, no podremos ver tu semblante emocionado, pleno de fervor religioso, con esas gafas oscuras que ocultaron muchas lágrimas. Por fortuna, hay miles de fotografías en las que, inevitablemente, apareces tú, empujando las andas que portan una imagen milagrosa, hecha de un tronco de madera que arrastraba el río Cigüeño, argumento de una de tus novelas.

Sabemos que cada día, desde el pasado  5,  en Las Palmas de Gran Canaria, esperas, una hora después de las siete y media, para rezar la novena del Cristo. Y, al final, acompañado de Pilar, tu esposa, entonarás también el Himno al Nazareno: 'Tiene Jesús en su mirada amor...'.

Alfredo, para los barquenses, este año las 'Festas do Cristo' serán diferentes. Nos faltas tú. Pedimos al Patrono que te dé salud y el próximo año vuelvan a ser las mismas.

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