AVE: PUNTUALIDAD Y VELOCIDAD

Lento en calma y silencioso/ -Igual que nuestro padre Miño cruza Ourense rumoroso-./ Hizo entrada el Ave-Avant/ en nuestra Estación Empalme (¿Curros Enríquez?) / con tronío y firme ademán.
Gentes, personajes, confort. ¡Todo un lujo!/ A Coruña-Ourense. Ahí es nada/ Sesenta y ocho minutos.../ Velocidad espartana.

Transitaron por mi mente/ décadas treinta y cuarenta/ fue mi gran anhelo/ el poder viajar en tren;/ herencia es de mi abuelo,/ como conocéis muy bien.

Los viajes a Coruña, en vagones de tercera/ acompañando a mi abuelo, en asientos de madera./ Humo y vapor fueron testigos/ de nuestros grandes desvelos./ Mikados, Santa Fe y Montañas/ lanzaban vapor a destajo; la inquietante carbonilla/ que azotaba implacable, las maltrechas ventanillas/ que portaban esta leyenda: 'Es peligroso asomarse al exterior'.

Ourense-A Coruña, casi doce horas.../ Vía Monforte, claro -con espera-... / Incómodo viaje, pero alegre; comida, merienda y cena./ Mas, valía la pena.

Jornada trascendental./ Notose una gran ausencia:/ Nuestra Banda Municipal.

El recuerdo y la oración/ para los que murieron/ en esta magna construcción.

AD POSTERITATEM.

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