Una inconveniencia (réplica)

Hace algún tiempo publicó en el periódico La Región, Eladio Osorio, político socialista y nada menos que natural de Castro Caldelas, su apostasía de la Iglesia Católica y los trámites del vicario general del Obispado de Ourense sobre la misma. Desde luego, respeto el proceder del señor vicario; sin embargo, no estoy de acuerdo, puesto que con ello fue darle publicidad a un hecho que sin duda buscaba el señor Osorio.
Creo que lo más práctico hubiese sido darle la callada por respuesta dejando a don Eladio siguiendo su descarriado camino. Sepa señor Osorio que para no militar en la Iglesia basta con no cumplir como cristiano las normas y preceptos de la misma, sin necesidad de más trámites, ni a bombo y platillo publicar su proceder, si ello busca la publicidad y hacerse célebre cuando no tiene otros medios más meritorios y nobles para el bien suyo y de la sociedad. Bastante le importan al resto de los mortales que usted presuma de ateo o cosa semejante. Únicamente el escándalo que puede originarse.

Recuerde, a pesar de todo, el dicho del Evangelio sobre los escandalosos. Hoy tiene treinta y pico de años. Todos pasamos por esa edad y nos vemos al fin de la vida en vísperas de presentarse a ese tribunal que a todos nos espera. Al que también usted llegará algún día, más tarde o más temprano, que será terrible si antes no se arrepiente de sus bravatas religiosas; sin embargo, Dios está durante esta vida con los brazos abiertos para recibir a los pecadores arrepentidos a pesar de todas sus vanidosas apostasías y deslices que durante la vida hayamos cometido.

Y nada más, don Eladio, todo lo que actualmente puedo decirle será predicar en desierto. Lo dejo a su conciencia haber si algún día abre los ojos y los oídos a la llamada de Dios y vuelve al buen camino, a pesar de todo, como buen cristiano se lo pido al Dios de las misericordias en mis pobres oraciones.

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