Los Heat de Miami no permitieron que los Mavericks remontasen de nuevo en los últimos minutos un marcador desfavorable y con una canasta decisiva de Chris Bosh vencieron por 88-86 en el tercer partido de la final de la NBA, que ahora dominan por 2-1. Los dos próximos partidos serán de nuevo en Dallas.
Bosh, con 39,6 segundos por jugar, se convirtió en el jugador del partido al anotar una canasta que rompía el empate, 86-86. Porque esta vez, a diferencia de lo que sucedió en el segundo partido, cuando Nowitzki anotó los últimos nueve puntos para que los Mavericks remontaran 15 tantos en los últimos siete minutos, el alemán falló el último tiro a canasta ante una gran defensa del Haslem.
