Además del solapamiento de estructuras podría trasladar servicios centrales y el centro de decisión fuera de Galicia

La compra de Novagalicia por un banco destruiría empleos y cerraría oficinas

Novagalicia tiene repartidos sus centros de decision en una doble sede entre A Coruña y Vigo.
La puja por Novagalicia Banco podría cerrarse antes de que concluya el año. Las cartas de los interesados ya están sobre la mesa, aunque algunos solo dieron un paso adelante para tener acceso a la información. De momento se han desmarcado Popular, Unicaja y Bankinter y quedan sobre el terreno el fondo Guggenheim, el mejor posicionado, pero también otros como JC Flowers y Wilbur Ross, así como La Caixa, la entidad que ha mostrado más interés, BBVA, Santander y el venezolano Banesco, que ya posee el 80% del Etcheverría y compró la red sobrante de Novagalicia en Asturias, León y Galicia.
La venta de Novagalicia por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) llega al final del proceso de reconversión del sector, por lo que algunas conclusiones se pueden extraer ya antes de esta operación. Y la más evidente es que las fusiones entre entidades españolas provocan solapamientos de la red que tienen como consecuencia el cierre de sucursales y la reducción de personal, que en Galicia en estos momentos ya supera los 4.000 empleos menos, según los datos que maneja el sindicato CIG, cuando aún quedan recortes que están en marcha. Junto a ello se produce en casi todos los casos un traslado de los servicios centrales a la sede de la entidad absorbente, algo que entra dentro de las posibilidades de llegar a controlar Novagalicia una entidad española.

En España se han destruido 42.200 empleos desde 2008 y se han cerrado 8.000 oficinas, según los datos del BCE.


ALGUNOS CASOS

En Galicia todavía está reciente la absorción del Pastor por el Popular, que ha eliminado el 80% de los servicios centrales recolocando a la mayoría en Madrid o en la red en Galicia, con mermas salariales, y lo que permanece en A Coruña es Auditoría.

Uno de los casos nacionales de fusiones es la de BBVA con Unnim, que había heredado el negocio financiero de las antiguas Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu. El cierre de sucursales finalizará en junio de 2014 y tenían previstas 1.218 salidas, de las que 618 fueron con un ERE y para los 600 restantes se plantean reubicaciones en función de vacantes por prejubilaciones en BBVA.

En Caixabank, una de las entidades más interesadas en Novagalicia y que es el cuarto banco con más oficinas en Galicia (196) y una cuota de red del 10%, se realizaron ya dos procesos de absorción, uno con Banca Cívica (formada por Cajasol, Caja de Guadalajara, Navarra, Canarias y Burgos) y otro con Banco de Valencia. En Banca Cívica, donde eran 8.000 empleados en 2011, se han reducido 2.500 personas, un 30% en algo más de un año. Del 70% restante, un 18% fueron trasladados a Cataluña. En Banco de Valencia han desaparecido los servicios centrales pero mantienen la marca en esa región, la reducción de personal es de otros mil empleos. En oficinas cerró en total 537, una de cada tres sucursales absorbidas. Caixabank no mantiene servicios centrales fuera de Barcelona y en el proceso se han producido múltiples movilidades hacia Baleares y Cataluña.

Como dato, de los 2.600 excedentes que se estimaban en el ERE de Caixabank solo se aceptó el 27% aunque existían 4.200 solicitudes. El proceso es denegar la salida alegando que en la zona solicitada no hay excedente suficiente pero se fuerzan movilidades de personas que no se inscribieron en el ERE con origen en Cívica y así lograr en una segunda vuelta la salida. El personal al que más le ha afectado la movilidad es al de servicios centrales como forma de 'empujar' esa salida. Otro problema que se genera en la entidad, según algunas fuentes consultadas, es que si existe vacante en zonas de personas que han sido trasladadas a Cataluña se les deniega el retorno y se busca contratar directamente. En cuanto a la obra social, se redujo un 50% con respecto a 2010 en relación a la que realizaban en sus territorios las cajas absorbidas.

Los fondos de inversión siempre han sido la opción defendida por el presidente de NCG Banco, José María Castellano, como la más idónea. Entre otras razones porque permitirían mantener la independencia de la entidad, algo que preocupa mucho en Galicia. Esta premisa podría plantear la entrada un banco como Banesco en la fórmula final.

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