El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó ayer que va a pedir el cumplimiento de los acuerdos a los que llegó el pasado mes de junio el Consejo Europeo que tenían como fin hacer frente a la presión de los mercados. Rajoy expresó esa intención y se refirió a la situación económica de España -donde la bolsa sufrió ayer la cuarta mayor caída del año y la prima de riesgo repuntó hasta los 461 puntos básicos- en la conferencia que ha pronunciado en la Americas Society de Nueva York.
El jefe del Ejecutivo señaló que el Consejo Europeo que se celebró el pasado mes de junio fue muy importante por las decisiones que se tomaron y porque se manifestó la nítida voluntad de todos para seguir avanzando en el proceso de integración europea. En esa cita se acordó dar los pasos necesarios para lograr una unión bancaria y fiscal, y facilitar el uso de los fondos de rescate europeos para comprar deuda de países bajo presión de los mercados.
'Yo pediré que se cumplan los compromisos que acordamos, porque la crisis por la que atraviesa hoy Europa es, sobre todo, de confianza, y no hay nada que dé más confianza que cumplir con los acuerdos que se adoptan', avanzó. Por el contrario, advirtió de que la desconfianza genera incertidumbres.
El presidente explicó que tiene una estrategia 'clara', una sólida estabilidad parlamentaria y más de tres años por delante para desarrollar con determinación las reformas económicas que está impulsando y que pretenden una España más competitiva y dinámica. 'Sabemos lo que tenemos que hacer y, por ello lo estamos haciendo', explicó antes de reconocer que todo ello supone sacrificios que se están distribuyendo de forma equitativa.
'Yo pediré que se cumplan los compromisos que acordamos, porque la crisis por la que atraviesa hoy Europa es, sobre todo, de confianza, y no hay nada que dé más confianza que cumplir con los acuerdos que se adoptan', avanzó. Por el contrario, advirtió de que la desconfianza genera incertidumbres.
El presidente explicó que tiene una estrategia 'clara', una sólida estabilidad parlamentaria y más de tres años por delante para desarrollar con determinación las reformas económicas que está impulsando y que pretenden una España más competitiva y dinámica. 'Sabemos lo que tenemos que hacer y, por ello lo estamos haciendo', explicó antes de reconocer que todo ello supone sacrificios que se están distribuyendo de forma equitativa.
