Ramiro Fernández: “Senté a Busquets en la silla y le dije ¿pero tú te miras al espejo?”

photo_camera El Foro La Región de este martes está protagonizado por Ramiro Fernández Alonso, el psicoesteta y estilista de la selección de la Federación Española de Fútbol. La ponencia de "Los pies a la cabeza: mis vivencias con el fútbol y la "Roja".
El psicoesteta y estilista Ramiro Fernández, que compartió tres décadas con la selección española de fútbol, narró sus experiencias y anécdotas.

Tres décadas de trabajo y de confidencias. Ramiro Fernández (San Miguel de Nembra, 1943) ha sido el peluquero oficial de la Selección Española de fútbol. En las buenas y en las malas. Uno de esos hombres que vale mucho por lo que cuenta y aún más por lo que calla. Psicoesteta y estilista que ha puesto sus experiencias negro sobre blanco en el libro “De los pies a la cabeza: Mis vivencias en el fútbol y La Roja”, obra que presentó en el Foro La Región que tuvo lugar en el Marcos Valcárcel.

Desde sus inicios con Clemente hasta los abrazos victoriosos de Sudáfrica. Un recorrido por la vida profesional y personal de uno de esos testigos de las páginas doradas del fútbol español. Siempre con la imagen como hilo conductor. “He vivido cinco Mundiales y seis Eurocopas. Con sus fases clasificatorias y sus viajes por el mundo. Me preguntan si soy el peluquero más afortunado del mundo y tengo que decir que sí”

Y los futbolistas lo aceptaron como uno más. De ahí la emotiva carta que le enviaron Raúl González e Iker Casillas donde le consideraban uno de los suyos. “He estado muy cerca de los jugadores cuando les seleccionaban. A Del Bosque, cuando llegó como seleccionador, le preguntaron en un programa de radio deportivo si yo iba a continuar como peluquero. Y él contestó: ‘yo elijo a los jugadores, y los jugadores eligen a Ramiro’. Un gran hombre”, destaca.

Referentes

Desde dentro ha respirado fútbol de élite. Tiene una colección inmensa de camisetas de futbolista y nunca pidió ninguna. Y desde ese lugar privilegiado ha visto evolucionar la imagen de los jugadores. “¿Os imagináis a Fernando Torres con una poblada barba de monja marcando el gol a Alemania? ¿O a Iniesta con un bigote de ‘kaiser’ alemán marcando el gol más importante de la selección?”.

Las pequeñas manías (la de Sergio Ramos con la ropa de marca) y las confesiones discretas han formado parte de su vida en los últimos 30 años.

No sin preocupaciones. La moda arrinconando a la estética. Una de las preocupaciones para un profesional de enorme recorrido. “El 90% de los jugadores, y también de los árbitros, van todos iguales. Busquets, por ejemplo. Físicamente no es guapo, las cosas como son. Le senté frente a un espejo y le dije ¿tú te miras al espejo? La moda se tiene que adaptar. El pelo de Puyol potenciaba su imagen de infranqueable. Esa imagen salvaje que le decía al contrario que por ahí no va a pasar”.

Disfrutó de las maduras, pero también de las duras. Aquellos años 90 y el inicio de la década de los 2000, con Corea en el recuerdo. “Cuando empecé parecía que nos perseguía aquella maldición de los cuartos de final. Eso cambió. Hemos vivido gestas que cubrieron de éxitos las decepciones anteriores. ¿Por qué no puede volver a ocurrir con esta nueva generación?”.

Una generación que, si por él fuera jugaría en O Couto. “Así se lo diré a mis amigos de la Federación Española”.

Un viaje por el fútbol y la estética. Cada vez más conectados. Jugadores de élite rendidos a la imagen dentro y fuera del campo. Es el fútbol de ahora. “El espejo es el mejor amigo del hombre y la mujer. Queremos singularizarlos, renovarnos. El afán humano por actualizarse y no verse siempre igual. El hombre es tan coqueto como la mujer. Pero no le gusta ponerse en evidencia. Yo mantengo la teoría de que la peluquería entrará en la Universidad. Yo no lo veré, pero entrará”.

Ramiro Fernández respira felicidad. Ya divisa los 80 años de vida, pero con experiencias vitales para dos o tres vidas más. Y sigue al pie del cañón. La palabra retirada no está en su vocabulario. Seguirá viendo a sus “chicos” jugar. Y también a revisando mentalmente su imagen. De los pies a la cabeza.

Te puede interesar