Las plantas dan un aire de naturaleza a nuestros espacios, ya sean viviendas, oficinas o jardines. Por ello, nos gusta cuidarlas y que puedan crecer fuertes y sanas gracias a los cuidados que se les proporciona. Es una sensación muy poco recomendable ver cómo las plantas se van marchitando o perdiendo su esplendor mientras se las cuida lo mejor posible. Se trata de una sensación de fracaso que, en ocasiones, involucra la muerte de la planta.
Para evitar pasar por ese mal trago es importante conocer las necesidades de nuestras plantas, ya sea mediante fuentes externas o a base de práctica. Una vez se tiene ya cierta habilidad en jardinería, a pesar de desconocer las necesidades de una planta, se pueden tantear, ya que las plantas informan de sus necesidades con reacciones muy visibles. Ya sea un exceso de luz, falta de agua o una plaga, nuestras plantas nos lo harán saber con un cambio en su aspecto que se puede asociar a cada una de las diferentes condiciones.
Hay muchos motivos por los que una planta no florece, pero las causas más habituales son un exceso de agua y unas temperaturas muy altas. Si estas afecciones son nuestro caso, para que la planta florezca deberá pasar el periodo previo a la floración en un lugar fresco y con un riego adecuado. Si se tratase de una de estas afecciones, lo podríamos saber por qué vienen de la mano con otras alteraciones, tales como manchas marrones por el exceso de sol o turgencia en las hojas por exceso de agua.
Al no detectar ninguno de estos problemas, deberemos sospechar de que se trate de otro problema. Uno muy común es la falta de fertilizante. En muchas ocasiones los jardineros con poca experiencia desconocen los tipos de fertilizantes o simplemente no los utilizan. Durante la floración es muy importante facilitarle a las plantas los nutrientes necesarios para ella, ya que es un momento de su ciclo en el que requieren un buen alimento. Habitualmente se utilizan fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) y para la floración deberemos aplicar uno con una relacion más alta en cuanto a fósforo y potasio. Este fertilizado de floración se deberá aplicar cuando empecemos a ver que la planta está formando los capullos.
Una poda desafortunada puede ser un motivo por el que nuestra planta no florezca. Por desgracia, en ocasiones no tiene vuelta atrás. Si realizas la poda fuera de temporada podrías eliminar los brotes florales del año siguiente, lo que se traduce en que no florecerá durante el próximo período de floración.
Las raíces de las plantas son una parte importante para todas las funciones de esta, incluida la floración. Si nuestra planta se encuentra en maceta y no florece, puede ser que se le haya quedado pequeña y sus raíces no se hayan desarrollado correctamente, si, por el contrario, se encuentra en el suelo, puede que no disponga de suficiente drenaje.
Estos son algunos de los motivos más comunes por los que una planta no florece, pero es importante recordar que la floración es un proceso muy complejo que envuelve muchas variables. El umbral térmico o las horas de luz son factores que alteran la época de floración y si no se cumplen hacen que estas no florezcan.
