En Ourense

Los alumnos vuelven a clase en el colegio Cardenal Cisneros de Ourense: "Tenemos total confianza"

La madre de uno de los escolares del colegio Cardenal Cisneros se mostró confiada en la labor de los trabajadores del centro educativo

Los alumnos del colegio Cardenal Cisneros de Ourense, dos días después del derrumbe de un muro sobre el patio, han vuelto este viernes a las aulas. Aunque los escolares no podrán acceder al patio, ya que se encuentra clausurado de forma indefinida hasta que se garantice que sea seguro su uso. El director del centro educativo de la ciudad, Benigno López, señaló que aún "hay muchas toneladas que quitar" y que por el momento los menores tendrán que pasar los recreos en el tercer piso del colegio. Además indicó que para acceder al comedor los escolares tendrán que ir por un "pasillo especialmente habilitado".  En la jornada de ayer jueves, los operarios "pasaron el día baldeando agua y limpiando lo más necesario, afirmó López. 

La madre de uno de los estudiantes del Cardenal Cisneros se pronunció esta mañana a las puertas del centro educativo y aseguró sentirse tranquila por el buen hacer de los profesionales del colegio.  "Los maestros son muy capaces de sobrellevar una situación así. Los niños siempre se sienten con ellos muy seguros", afirmó ante los medios antes de recalcar que "tenemos total confianza en los profesionales". 

El derrumbe del muro sobre el patio del colegio Cardenal Cisneros

El derrumbe se produjo por una acumulación de agua procedente de una obra en el edificio aledaño, el número 7 de la calle Fonte do Monte. La compañía Naturgy, a través de la empresa Emi Álvarez, estaba realizando una canalización de gas cuando picaron el tope de hormigón que sujetaba el tapón de la tubería. Este saltó y el agua comenzó a salir sin control. Se acumuló tras el muro hasta que el empuje acabó por tirarlo. La compañía subcontratada rechazó ayer realizar declaraciones sobre el accidente y el coste de los desperfectos.

Dudas de la estabilidad del edificio colindante

Las familias que residen en el edificio colindante al colegio siguen sin poder volver a sus casas. Algunos fueron alojados en un hotel de la ciudad mientras que otros prefirieron quedarse con familiares en sus casas. En el día de ayer los técnicos no pudieron asegurar que los cimientos de la construcción fuesen estables. 

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