El Concello utilizará la planta baja, cedida por 25 años, para recepciones institucionales, conciertos y conferencias

El Banco de España albergará obras de arte de ourensanos y actos oficiales

Edificio del Banco de España. Los operarios trabajan estos días en limpiar la fachada. (Foto: Miguel Angel)
Las obras del edificio del Banco de España entran en su recta final, por lo que el Concello estudia ya el futuro de la planta baja del edificio, que el Ministerio de Economía le cede como espacio multiusos de carácter cultural por un periodo de 25 años a cambio, eso sí, de un canon anual, con el que pagará el 10% del coste de la rehabilitación, aunque la planta baja ocupa en realidad el 20% del total del edificio.

Con esa previsión, la intención del gobierno local es 'aproveitar as dimensións do espazo para recopilar obras de artistas ourensáns', señala la concejala de Cultura, Isabel Pérez, que se refiere con ello a fondos que tiene el Concello, tanto en el Museo Municipal como en el Auditorio e incluso en despachos de la Casa Consistorial, de los artistas ourensanos más representantivos, como Virxilio, Quessada, Prego de Oliver, Acisclo Manzano, Arturo Baltar, Ignacio Basallo y otros.

Para la responsable de Cultura, las dimensiones de la planta baja del Banco de España y su céntrica ubicación son dos de las características que aconsejan pensar en una muestra de arte ourensano en este espacio. 'Esta é a idea coa que traballamos, porque temos espazos municipais nos que non podes mostrar obras de certa magnitude, non só pola capacidade do lugar para colocalas senón tamén pola perspectiva para contemplalas', asegura Pérez que, no obstante, puntualiza que 'esta é a idea coa que traballamos en tanto non remate a obra, despois teremos que avaliar os espazos para definilos con máis precisión'.


recepciones

Con todo, las previsiones municipales no limitan el futuro uso de la planta baja únicamente a espacio expositivo. Cultura maneja también la posibilidad de que sea escenario de 'concertos de pequeno formato, conferencias, reunións e incluso como lugar de recepcións institucionais' debido a las características nobles del edificio, que cuenta con una protección integral de Patrimonio.

El proyecto de remodelación del edificio permitiría esa diferenciación de los usos, ya que contempla la división de la planta baja en dos salas, una de exposiciones (397 metros cuadrados) y otra polivalente (50,75 metros cuadrados), además de un almacén y aseos. El espacio más amplio mantendrá el lucernario del antiguo patio de operaciones, que fue desmontado durante las obras para mejorar su estado de conservación.

La remodelación del edificio se está realizando a buen ritmo. No obstante, el plazo de ejecución era de un año, que se cumple a principios de mayo, aunque la página web de la propietaria del inmueble, la Sociedad Estatal Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa), informa de que la previsión de fin de los trabajos es el próximo mes de julio.

Con todo, se aprecia ya un cambio en las ventanas del inmueble, que antes tenían rejas -como era lógico dado su uso de Banco de España-, así como un lavado de cara en la fachada y el escudo. Además, en los últimos días los operarios se encargaron de acondicionar elementos exteriores, como el escudo o las letras de la parte superior (Banco de España).

Con todo, las competencias municipales se limitarán a la planta baja, puesto que el resto del inmueble será destinado al Catastro. Ambos usos estarán claramente diferenciados, dado que el espacio cultural mantendrá la entrada por la fachada principal del edificio, en la calle Paseo, mientras que el acceso al Catastro se producirá por un lateral, de nueva construcción, en la rúa Concordia.

Desde el cierre del Banco de España, el edificio del Paseo pasó a ser uno más de los proyectos pendientes del Estado en la ciudad. Cuando en 2005 Segipsa, propietaria del inmueble, inicia las actuaciones para convertirlo en Gerencia del Catastro surgen voces que lo reivindican para la ciudad, principalmente para un uso cultural. La especial protección patrimonial que tenía entonces el edificio -se modificó por una integral para realizar esta reforma- mantuvo parado el proyecto de rehabilitación para el Catastro, en una situación que se desbloqueó cuando el Concello llegó a un acuerdo con Segipsa para la cesión de la planta baja a uso municipal durante 25 años. Para ello, la institución local tendrá que pagar un canon desde que empiece a utilizar el inmueble. Aunque no se definió con exactitud se calculaba que sería un 10% del coste total de la obra.

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