El candidato a presidir la nueva Confederación del Miño ultima ya su desembarco en Ourense

Francisco Fernández Liñares, que ya se ha postulado como presidente de la Confederación del Miño pese a que el Consejo de Ministros no lo designará como tal hasta mañana, ha anunciado que una de sus prioridades será concienciar a los gallegos, especialmente los del rural, de que el agua es un bien escaso.
El aspirante a presidir la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, anticipó ayer, pese a que aún no ha sido nombrado, que se propone ‘meter a los gallegos en la cabeza’ que el agua es un bien ‘escaso’. ‘En un país como Galicia, tan acostumbrado a pensar que el agua es un recurso excesivo, sería bueno meternos en la cabeza que es un bien escaso que hay que economizar’, sugirió Liñares, que es aún concejal encargado del área de Urbanismo en el Ayuntamiento de Lugo, aunque a la espera de que el viernes el Consejo de Ministros haga definitivo su nombramiento.

Esta concienciación la pretende trasladar de forma especial al medio rural, dado que tiene la sensación de que en las ciudades es mayor este compromiso ‘porque hay una tarifa, por el coste de potabilización’. ‘En otros ámbitos no hay esa percepción, como en regadíos y zonas rurales, donde se nota menos que el agua es un recurso escaso’, comparó.

40 embalses

Liñares avanzó que bajo la tutela de esta incipiente Confederación habrá unos 40 embalses, ‘casi todos para el aprovechamiento de energía eléctrica’. También tutelará un embalse propio, el de Vilasouto, en Mon forte, que sirve de regadío para el Valle de Lemos.

En cuanto al local, las oficinas de la futura Confederación Hidrográfica del Miño y Sil se emplazarán en el espacio que albergaba la Jefatura de Tráfico en Ourense, que sirven de ampliación a las oficinas que desde hace años tiene ya este organismo en la zona de O Posío.

Además, concretó que a su cargo tendrá alrededor de 180 funcionarios.

Está previsto que el Consejo de Ministros de mañana, viernes, formalice el nombramiento de Fernández-Liñares al frente del nuevo organismo de cuenca, en virtud de un pacto establecido hace meses por el que la sede de la Confederación de ubica en Ourense y la presidencia ‘viene’ de Lugo, ciudad que también optó, sin éxito, a albergar esa sede.


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