El director turco y Walter Grotenhuis concursan en el OUFF con trabajos para despertar conciencias

Cihan Inan lleva al cine la convivencia entre culturas

El director holandés Walther Grotenhuis, la actriz turca Siir Eloglu y el suizo Cihan Inan. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Los directores Cihan Inan y Walther Grotenhuis presentaron ayer dos de los trabajos incluidos en las secciones competitivas del OUFF. El primero firma el largometraje '180º', su ópera prima; el segundo el controvertido documental 'Que aproveche: cómo la comida cambia el mundo'.
En común, ambos trabajos tienen el apoyo económico institucional pues, de no haberlo recibido, ninguno de los dos proyectos podría haberse llevado a cabo. En el caso de Inan porque en Suiza ese apoyo es el único que garantiza, además, el acceso a las redes de distribución; en el de Grotenhuis porque la complejidad del tema que aborda le impediría conseguir cualquier otro tipo de ayuda de carácter privado.

Ambos directores han preferido ampararse en la realidad y huir de la ficción, incluyendo en sus propuestas una importante reflexión, un mensaje final, al que en el caso del documental de Grotenhuis se le suma una denuncia.


EL FILME DE INAN

De origen turco, pero nacido en Suiza, Inan, que estuvo acompañado por una de sus actrices, Siir Eloglu, trae a Ourense una cinta compleja, una película de historias cruzadas sobre el telón de fondo de la multiculturalidad. '180º' es un alegato en favor de la convivencia pacífica entre culturas distintas.

La lección de Inan huye de tópicos y estereotipos como la religión o las cuestiones sexistas para centrarse más en los personajes y el drama que les toca vivir más allá de todas esas circunstancias que los diferencian.

'180º' es el resultado de siete largos años de trabajo, pero tan sólo fueron necesarios 24 días de rodaje. Cada escena no necesitó más de tres tomas, porque hubo un importante trabajo previo de ensayo, no en vano el director suizo llega al mundo del cine avalado por una década como director teatral.


EL TRABAJO DE GROTENHUIS

El documental de Walter Grotenhuis es uno de esos trabajos que pretenden despertar conciencias. Centrándose en tres productos, la soja, el pescado y los vegetales, el director viaja a lo largo de un año hasta Brasil, Kenia y Filipinas para descubrir cómo se cultivan, en qué condiciones laborales y cómo afectan a los ganaderos y pescadores locales. Un planteamiento tan básico como buscar el origen de los alimentos que cada día llegan a los supermercados de todo el mundo, destapa una situación realmente dramática, la sobre explotación a la que están sometidas algunas zonas del planeta, el imperio de los grandes productores y la paulatina desaparición de los más pequeños.

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