Silva Jensen rechaza una permuta de edificabilidad y demoler su escuela

La denunciante de Avilés de Taramancos pide sin éxito que el Concello la indemnice

Calle Avilés de Taramancos, cuyo proyecto de compensación ha sido anulado judicialmente. (Foto: Xesús Fariñas)
Sin acuerdo. El conflicto urbanístico de Avilés de Taramancos continúa sin acercamiento entre el Concello y la familia que exige la paralización de licencias en esta calle y una indemnización por la pérdida de una escuela infantil.

El principal obstáculo para alcanzar un acuerdo en el conflicto urbanístico de la calle Avilés de Taramancos es la negativa del Concello y de la junta de compensación a indemnizar a la vecina denunciante (que logró una sentencia firme del TSXG que anula el proyecto de compensación por el que se abrió este vial) por la pérdida de su negocio familiar, una escuela de idiomas y un conservatorio de música que cuenta con más de 300 alumnos y da empleo a 12 profesores desde 1980. Según la familia Silva Jensen, el artículo 134 de la ley del suelo vigente cuando se redactó el proyecto así lo estipula. Esta pérdida sería consecuencia de la demolición de este inmueble para construir el bajo y las tres plantas a las que legalmente tendría derecho, pero cuyas características le impedirían crear otra escuela.

Es por ello por lo que la denunciante seguirá solicitando la ejecución de la sentencia, que anularía las licencias de la calle.

Tras la reunión que mantuvieron ayer ambas partes, la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, recalca que desde el Concello fueron propuestas dos alternativas: una permuta en la edificabilidad en una zona similar de la ciudad (construir en otro sitio) o bien permanecer en Avilés de Taramancos desarrollando el proyecto de compensación, es decir, construyendo el bajo y las tres plantas otorgadas. Pero en ningún caso con indemnización de por medio, ya que ‘la sentencia sólo anula el proyecto, no estipula que la denunciante tenga derecho a más’.

Legalización


La edil entiende que los denunciantes ‘puedan seguir insistiendo en que se anulen las licencias’, algo que sería posible judicialmente. De hecho, Áurea Soto explica que si no se produce un acuerdo, al que espera llegar, la legalización de esta calle vendría de la mano del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal que está elaborando el Concello, a través del cual se consolidaría todo su suelo.

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