En 'El perro azul', Yayo, un sobrino del artista, lo inmortaliza como el genial personaje que fue

Un documental recupera la faceta personal de Quessada

Yayo Quesada, director de 'El perro azul' e Isabel Pérez. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Mañana, a las 20.00 horas, en el Teatro Principal se estrena 'El perro azul. Vida y obra de Xaime Quessada'. Es, sin duda, una de las perlas de esta edición del OUFF.
El proyecto comenzó, más que como un documental en sí, como un homenaje a la figura de Xaime Quessada a través del trabajo de su sobrino, y a partir de una cinta de seis horas de entrevista, grabada en 1998 y que nunca antes había sido rescatada. Un material inédito que se convirtió en un auténtico tesoro, pero en bruto, lo que implicó un complicado trabajo de selección porque Quessada hablaba en ella sobre la vida, la política, la pintura, 'él vivía en su propio mundo y logramos rescatar cosas y hacer algo comprensible al espectador'.

Por su relación con su tío, Yayo Quesada aportó desde el principio una visión muy personal, pero también artística, sensible e implicada con el personaje.

Como director del proyecto, huyó del formato del típico trabajo que intenta adentrarse en la vida del artista y buscarle significado a sus obras, tenía claro que eso no era lo que buscaba, 'quería contar esa mezcla de lo bestia que era mi tío pintando y lo bestia que era como persona, y la vida que llevó como pintor ya desde los 16 años'.


EL DOCUMENTAL

El sistema de realización del documental tiene mucho que ver con la forma en la que un artista pinta un cuadro. No hubo producción previa, ni selección de imágenes, ni guión 'se iba haciendo según iban pasando los segundos, la improvisación fue fundamental'.

Entre los escenarios que recorre, está la calle Lamas Carvajal, testigo de su infancia, y en especial los estudios que Xaime Quessada tenía en A Lucenza y en Ibiza, en donde pasó buena parte de su vida.

En la cinta, aparecen también su viuda, Chus Blanco, amigos de la infancia como Méndez Ferrín, los artistas que lo acompañaron como Manolo Buciños y por supuesto sus hermanos Heriberto y Fernando, con todos ellos se dio forma a un recorrido por su vida en el que también se enseña su obra.

Elemento fundamental en 'El perro azul' es 'la coña': 'Mi tío era un hombre muy gracioso, le restaba importancia a muchísimas cosas, para él lo importante era pintar'.

'El perro azul' permitirá al espectador acercarse al Quessada personaje, a la suma del artista y el hombre. Y en cuanto al título, no podía haber sido otro 'porque gráficamente ese cuadro me recordaba a mi tío, un animal que se enfrentó al mundo sin bajar la cabeza ante nadie'.

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