La Estación Termal de Outariz cumple su primer año con 40.000 visitantes registrados

Instalaciones de la Estación Termal de Outariz, inauguradas el pasado agosto. (Foto: Xesús Fariñas)
En su primer año de funcionamiento, la Estación Termal de Outariz acogió a 40.000 bañistas, muchos de ellos procedentes de lugares tan lejanos como Australia o Japón. Mejorar los accesos es el objetivo actual.
Xesús Fariñas


La gerencia espera recibir respuesta de Fomento sobre su petición de un acceso desde la A-52
OURENSE

Lorena Crespo El ocho de agosto del 2008 no sólo será recordado como el día que comenzaron las Olimpiadas de Pekín. Aquella soleada jornada estival sirvió también para inaugurar la Estación Termal de Outariz. Desde entonces, han pasado 12 meses y 40.000 usuarios por sus instalaciones, demandando baños en aguas medicinales y tratamientos con algas, siatsu, chocolaterapia o masajes.

El gerente de Ibernisha, la empresa concesionaria, Pablo Villuendas, recalca que con esta instalación se han creado 28 puestos de trabajo estables, además de servir como foco de atención turística. Sus baños han acogido a personas de toda España, Portugal, Reino Unido, Austria, Alemania, Australia y Japón (una televisión japonesa emitió un reportaje sobre esta instalación, inspirada en los templos de relajación nipones).

Una vez superado el primer año, no exento de polémica por su supuesta falta de licencia -’el permiso estaba en regla desde siempre, como era de esperar para una inversión de 2,1 millones de euros. Los problemas vinieron de la ‘bicefalia’ municipal’, recalca Villuendas-, el objetivo para los próximos meses es conseguir que Fomento permita el acceso permanente (hasta ahora era sólo mientras durasen las obras) desde la A-52 para ambulancias, minusválidos, bomberos o Policía. La petición, cursada desde el Concello en diciembre, está a la espera de respuesta.

CRÍTICA


’Las pozas gratis no revierten en la ciudad’

A pocos metros de la Estación Termal están las pozas públicas de Outariz, gestionadas directamente por el Concello. Aunque Pablo Villuendas no quiere hablar de cierta ‘competencia desleal’, sí reconoce que ‘no es normal que el Concello compita con una concesión municipal’. Considera que las pozas gratuitas tienen ‘el encanto de estar junto al río’, pero que su carácter público les resta valor. ‘La gente las confunde con una playa y eso no revierte en la ciudad. Si regalas, no te autofinancias’. Tras la llegada del bipartito, la entonces concejala de Termalismo, Marta Arribas, anunció un intento de cobrar un precio ‘simbólico’ en las pozas que, 48 horas después, fue retirado por las encendidas críticas.


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