La acumulación de jeringuillas usadas en el exterior de la vieja cárcel de Progreso o en solares abandonados de la calle Hernán Cortés, preocupa a los vecinos, ante el impacto visual y los posibles problemas sanitarios

Jeringuillas a mano y a la vista

Son zonas emblemáticas de la ciudad pero, sin embargo, no se libran de acumular basura de todo tipo, principalmente jeringuillas usadas y otras huellas del consumo de drogas.
Es el caso de algún solar abandonado en la calle Hernán Cortés -uno de los ejemplos de la rehabilitación del Casco Histórico- y también de la parte posterior de la antigua cárcel de Progreso, lugar que está llamado a convertirse en el corazón termal de la ciudad. Precisamente, esta última zona es utilizada desde hace años como picadero, por ser un lugar discreto en el centro de la ciudad, lo que ha ocasionado que los vecinos alertasen de esta situación en varias ocasiones.

Así, hace aproximadamente un año y medio, la empresa adjudicataria del servicio de la limpieza, Ecourense, realizó una actuación en profundidad en el entorno de la antigua prisión que incluyó el desbroce de la maleza que crecía hacia el río. Sin embargo, sin un mantenimiento adecuado en todo este tiempo, las traseras del edificio han vuelto a acumular desperdicios procedentes del consumo de droga, así como otro tipo de residuos, acrecentando la imagen de abandono que ofrece todo ese entorno desde hace ya muchos años.

Algo parecido ocurre en algunos solares abandonados del Casco Histórico, que acumulan también basura sin que sus propietarios adopten medidas, bien para limpiarlos, bien para impedir el acceso al interior de estos terrenos, que se han convertido así en un lugar frecuentado para el consumo de estupefacientes. A este respecto, el Concello aprobó hace unos años una ordenanza de registro de solares que obligaba a los propietarios a edificar los terrenos, manteniendo las edificaciones en buen estado, si bien la anulación del Plan Xeral de 2003 ralentizó la aplicación de este registro, puesto que la inclusión de los solares se había realizado siguiendo la normativa del planeamiento anulado.


PUERTAS TAPIADAS

Al margen de esta ordenanza, lo cierto es que en otros solares se ha optado por tapiar las puertas o colocar otras nuevas para impedir el acceso desde el exterior. El entorno de la antigua cárcel de Progreso y el Casco Histórico son desde hace años algunos de los puntos elegidos como picaderos en la ciudad, aunque lo cierto es que en el caso del barrio antiguo, la rehabilitación ha aminorado en gran medida los lugares utilizados para consumir droga.

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