La mejora de As Caldas y la creación de un área recreativa en el 'Bañiño' de Punxín revitalizarán las surgencias minerales en la comarca

Seis manantiales termales carecen de explotación

Los romanos descubrieron que los manantiales mineromedicinales eran 'fuente de vida' y por ello se dedicaron en los países que ocuparon durante la época imperial a expandir esta idea, mediante la creación de centros de descanso y de hidroterapia por toda Europa.
La provincia, y más concretamente las comarcas de Carballiño y O Ribeiro, es la más rica en este tipo de surgencias, que suelen subir desde una profundidad aproximada de dos kilómetros de la corteza terrestre, a temperaturas que oscilan entre los 17 y los 70 grados centígrados.

El aprovechamiento de estas aguas con fines terapeúticas se inició en España entre los siglos XVIII y XIX, si bien fue a mediados de la pasada centuria cuando el Gran Balneario de la villa del Arenteiro y el conocido como As Caldas de Partovia, también en el municipio carballiñés tuvieron su auge. Éste último permanece cerrado en la actualidad debido a obras de mejora y ampliación, mientras el primero está pendiente de la aprobación de un ambicioso proyecto para la construcción de piscinas y un hotel.

La próxima licitación del proyecto de conversión de 'O Bañiño' de Punxín, una fuente termal ubicada junto al río Barbantiño, en un complejo recreativo similar a los de Outariz y A Chavasqueira, junto al Miño, 'pode servir para que xurdan iniciativas públicas ou privadas para a revitalización das surxencias termais que posuimos no territorio', comenta el alcalde de Boborás, Cipriano Caamaño, que incluirá en la normativa urbanística el aprovechamiento de As Termas de Brués, junto al río Viñao.


APROVECHAMIENTO

Pero todavía quedan más manantiales para su aprovechamiento, como es el caso de Ponterriza, en la margen derecha del Arenteiro, también en Boborás; Sona, en la parroquia carballiñesa de Partovia, y Manzós, en el límite de los municipios de Maside y Amoeiro. Las únicas fuentes que fueron acondicionadas a nivel institucional fueron 'O Bañiño' de Arcos, en la parroquia carballiñesa de Arcos, con una afluencia diaria de 300 personas en verano, y A Rañoa, en Maside, que dispone de un área recreativa con piscinas.

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